Por Sebastián Alfredo Rozo Jiménez*


Matilde es una niña que se ve obligada a partir y alejarse del único lugar que ha conocido en toda su vida. La familia debe abandonar el lugar donde viven para desplazarse por cerca de un año a la ciudad capital de una región de los llanos orientales de Colombia, debido a un tratamiento que debe ser realizado a Alibel, la madre de la protagonista, quien se encuentra  en una silla de ruedas.En esta historia la tristeza es más un sentimiento de desconfianza hacia lo desconocido, que de desarraigo total. El viaje es sustentado por el poder evocador de lo bello conocido, pero también por el poder mágico del descubrimiento: cada cosa que se dejó no está perdida ni olvidada, solo ha sido guardada para poder descubrir otras cosas nuevas igualmente fabulosas. Así Matilde logra asombrarse con sus nuevas vivencias y sus nuevos descubrimientos. El autor hace un contraste entre la capacidad de razonar de los niños y la de los adultos: No seas fantasiosa, solo son nubes y nada más…, le dice su madre al ver cómo es sorprendida por los cambiantes colores de esos copos de algodón.A Matilde le asombran las cosas nuevas: le gusta hacer amigos, mojarse con el agua de una quebrada, le asusta un hombre que espanta pájaros (un espantapájaros), un perro bravo, un esqueleto en una casa abandonada, se fascina con un puente de aire que es en realidad un cable transportador hacia la escuela, le asombran la hojas caídas y mojadas de los árboles. La edición de Alfaguara Infantil de 2008, tomada para esta reseña, resulta ser una gran edición; las ilustraciones realizadas por Andrezzinho, quien ha ilustrado, también, otras obras del mismo autor, logran complementar y enriquecer el texto. La llamativa portada del libro, que muestra a una Matilde curiosa, indagando y divirtiéndose con el dibujo de una niña que sostiene un ave sobre su hombro, dibujo que descubre sobre la superficie de una roca que se encuentra a la vera del camino que conduce a su casa, invita a los jóvenes lectores a abrir el libro e inmiscuirse en la historia. 


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*Sebastián Rozo es escritor, cantautor y docente. Ha publicado los libros Poemas de ocaso (2004) y Apología a un país de mierda (2004). El libro de cuentos Ella se llama María Elena es su más reciente producción. Es diplomado en creación narrativa de la Universidad Central y egresado del Taller de Escritores (TEUC) de la misma universidad en 2006. Actualmente cursa la carrera de Estudios Literarios en la Universidad Nacional de Colombia. Su obra ha sido reconocida en certámenes literarios como el Concurso Internacional de Poesía Eduardo Carranza y el XXVII Premio Nacional de Cuento Universidad Externado de Colombia, entre otros. Artículos e investigaciones suyas han sido publicadas en diversos medios de comunicación.

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