Buen viaje General: Confesión sobre el oficio del escritor



Por David Camilo Buitrago Fernández


"A veces sueño que escribo algo, yo me limito a escuchar y a tomar nota de las frases que alguien me dicta."
Sandor Marai

Estamos en el veintiuno de septiembre de mil novecientos uno, dos años después de que se desató la guerra entre dos partidos políticos colombianos.  El General Tulio Varón, junto a su batallón, avanza hacia la ciudad de Ibagué y, por tercera vez, van a intentar arrebatársela al ejercito del gobierno. Caminan por la entrada principal, creyéndose protegidos por un uniforme conservador que no les pertenece, y guiados por un general, que pareciendo invencible, se dirige hacia su última batalla. Antes de que salga el disparo del fusil del francotirador atrincherado, antes de que el cuerpo se interponga en su mira, ante de que mate a Tulio Varón, la voz del autor detiene la narración y dice a su General: “no quiero matarte todavía general (…) ¿Por qué me agradeces con esa sonrisa tan irónica?”

En la novela de Benhur Sánchez, el novelista es un personaje que hace cómplice al lector sobre el secreto de la creación, confesándole que su oficio es el de un hombre sometido a las historias que está destinado a contar. Si bien, narrar la vida de Tulio Varón, no como personaje histórico sino como ser humano en medio de la guerra, es uno de los objetivos del autor, la aparición del escritor y su tertulia constante con el General, hacen que quien escribe sea el otro protagonista de esta novela. La visión romántica de un escritor poseído por su personaje, y esta relación que va exigiendo una novela que finalizará hasta que están los dos satisfechos, produce en el lector un cuestionamiento por la vida del General, pero también por la vida de la ficción.

El escritor, nos dice el narrador, es solamente el médium por el cual las musas se manifiestan en la realidad, de cuyo resultado vienen a ser testigos los lectores: “¿Será eso lo que en años no lejanos llamaban inspiración? ¿La inspiración, entonces, puede ser esa posesión que realiza un alma de otra ala aún encarnada, como es el alma de un escritor, para que la historia se invente?”
Benhur Sánchez Suárez
La Historia, como discurso no literario, tiene su propio interprete en Buen viaje General, ya que el historiador introduce documentos esenciales en la ficción que tanto el autor como el lector deben conocer. Narrador y héroe evocan la voz de la imaginación, autor e historiador toman partido por la realidad, y su conjunción posibilita que retazos de conversaciones, de voces y documentos, hagan del lector no solo un espectador de la novela, sino que también sea parte del proceso mismo de la escritura de la ficción.
Esta novela es una pregunta por la historia colombiana y como ha sido escrita. Sin embargo, también es un cuestionamiento acerca del proceso de escritura de la novela, señalando sin duda alguna la relación íntima que guardan historiador y escritor, escribas cuya misión en el mundo no es otra que tomar nota de la voz de aquellos fantasmas que los agobian, bien puede ser la realidad o la ficción.


                                                                                                   

Sanchez, B., (2012). Según la Costumbre. Alfaguara.

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