Viaje sin retorno

Por Ángela Tatiana Calderón Sánchez

Querido lector, frente a usted encontrará un camino. Solo tiene dos opciones: quedarse en su sitio o avanzar. ¿A dónde lo lleva? Solo puedo decirle que si decide seguir el sendero emprenderá un viaje sin retorno; un viaje que vale la pena recorrer por lo que puede encontrar al final. Tómese su tiempo, no es una decisión fácil pues requiere de mucha determinación, audacia y valentía para elegir lo desconocido e incierto y no optar por lo seguro y familiar que puede ser quedarse en donde está. No se apresure, yo lo espero; hay suficiente tiempo 

¿Así que decidió atreverse? Perfecto, siga leyendo.

Ahora usted se encuentra avanzando por ese camino, y de repente, se da cuenta que no está solo; a su lado van ellas acompañando cada uno de sus pasos. Sus pisadas y las de ellas se encuentran en sintonía, avanzando con determinación para que usted no tenga miedo de seguir adelante. ¿Quiénes son ellas? Las andariegas, lector. Llamelas viajeras o  mensajeras, si prefiere; pero son esas las mujeres que lo acompañarán en su viaje, ¿o tal vez es usted el que las acompaña a ellas? Después usted se fija en el camino, ¿se siente un poco perdido, verdad? Lo entiendo, mi primera vez fue igual: estaba avanzando pero aún no sabía hacia dónde, sin entender mucho. Pero no desespere, siga así que entre más camine más respuestas obtendrá... ¿o tal vez debería decir preguntas? Cualquiera de las dos que obtenga, son ganancia; ya verá. Por ahora, solo le puedo contar que va caminando por la Historia y las propias historias de ellas; siga avanzando para poder descifrar las verdaderas y así poder proteger del olvido esas otras mujeres que han sido prisioneras de la historia que usted acaba de dejar atrás.


¿Confundido? Lo comprendo, vamos por partes porque para reconstruir la Historia necesita algunos conocimientos base que se lo permitan. Empecemos por lo básico, ¿quién le hace la invitación a este caminar? La respuesta es simple, Albalucía Ángel, una escritora colombiana que no teme en hablar y retar las injusticias; que no duda en experimentar con el lenguaje rompiendo las reglas o jerarquías impuestas y que no titubea en luchar por el reconocimiento de la mujer en la historia. Sigamos entonces con el camino, ¿cómo fue que usted llegó a este? También es una respuesta sencilla, Las Andariegas; pero no aquellas que se encuentran caminando con usted, sino el libro que construye ese sendero por el que se encuentra transitando y que desde 1984 está disponible para todos esos viajeros que como usted o yo, tuvieron la determinación de emprender esta travesía. 


¿Qué es lo que se encontrará en este viaje? Quiero que lo descubra, querido lector. Por lo pronto solo le adelantaré que se unirá a la caminata de estas mujeres, siguiendo sus pasos y recorriendo la historia de la humanidad. Se adentrará a descubrir la geografía del mundo, desde Oriente hasta Occidente, usted caminará por desiertos, escalará montañas, cruzará mares, conocerá culturas, presenciará batallas y guerras e incluso, verá monstruos miticos. Todo esto lo hará en compañía de ellas, las andariegas.


Y entonces usted gira su cabeza para buscarlas, quiere saber quiénes son. Se encuentra con todas y logra distinguir a algunas: Nefertiti, la diosa Isis, Antigona, Helena, Pandora, Cihuacóatl… podría seguir pero incluso detrás de ellas hay más y más, algunas más conocidas para usted que otras. ¿Recuerda, lector, lo que le dije antes de que necesitaba algunos conocimientos para su viaje? Bueno, eso también incluye que las conozca y a sus historias; pero no se afane, ambos sabemos que no es tarea de una sola noche. ¿Que por qué es necesario? Técnicamente, no lo es, usted puede recorrer el camino  mientras tenga la determinación; solo le digo que para advertir las motivaciones del viaje y lograr completar esta travesía es necesario que no solo las conozca sino que las reconozca y así poder comprender el porqué de este recorrido.

 

Puedo decirle algunas de las cosas que este viaje se propone para que las advierta, como

ser una reconstrucción de memoria e historia, ser la voz que lucha contra la censura y la injusticia en una contienda contra el olvido, ser una reivindicación hacia todas aquellas mujeres que tuvieron que sufrir la agresión de su época, porque no las comprendían y a quienes obligaron a reprimir su fuego interior; e incluso, ser un homenaje para todas aquellas andariegas que fueron olvidadas en el tiempo. Podría decirle más, pero no importa lo mucho o poco que le diga, no lo comprenderá hasta que recorra todo el camino con las andariegas a su lado y con Albalucía Ángel llevándolo de la mano en este recorrido.


Pero calma, este no es un viaje para los impacientes. Le advierto, querido lector, no es un viaje sencillo; es una travesía larga que quizá la primera vez que se encuentre al final del camino no descubrirá mucho, y tendrá que devolverse y realizar dos o tres viajes más. Pero le aseguro que vale la pena recorrerlo una y otra vez, para que pueda desentrañar todo lo que se encuentra oculto en cada letra, cada palabra, cada frase y cada estrofa. De esta forma, usted descubrirá que este camino se bifurca en muchos otros viajes pero que todos lo llevarán al mismo final del sendero, solo que usted ya estará lleno de otras experiencias que la primera vez no advirtió. Así que, querido lector, lo invito a qué se atreva y de el paso que marcará el inicio de su viaje; atrévase a acompañar a las andariegas en su caminar, atrévase a acumular experiencias y a tratar de reconstruir la Historia para que cuando logre llegar al final de los muchos viajes y esclarecer el camino pueda seguir caminando junto a ellas y ascender a su lado.  

Sobre Ángela Tatiana Calderón Sánchez:

Bogotá, 2000. Estudiante del pregrado en Estudios Literarios de la Universidad Nacional de Colombia y mamá orgullosa de un gato. Le interesan los libros, la música,  la edición, la gestión y todo lo que tenga que ver con la cultura. Contacto: ange.calderon24@gmail.com


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