Reseña de La naturaleza seguía propagándose en la oscuridad
Por: Sebastian Gómez Ángel Colecciono miniaturas. Disfruto la atención al detalle de escenas plasmadas en espacios ínfimos. El tamaño de mis miniaturas no llega a superar la palma de mi mano y son piezas de extremo cuidado tanto en su realización como en su conservación. Por ello, tiendo a ubicar las miniaturas en lugares como estanterías o cajones, pues son objetos que, al ser instalados como un cuadro de gran tamaño en una pared, probablemente quedan condenados a cualquier imprevisto que conlleve su pérdida. El conservarlas en cajones, no solo me ayuda a salvaguardarlas, sino que la acción misma de abrir y cerrar cajones para observarlas me brinda una experiencia de develación de su intimidad representada en escenas ínfimas. De un modo similar, me pasa que cuando leo un libro de cuentos, cada nueva historia supone la develación de una nueva miniatura. A medida que paso las paginas de un cuento, logro abrir un poco más el cajón con el fin de develar la miniatura allí compuesta y conse...