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Mostrando las entradas de diciembre, 2008

Roberto Burgos

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Burgos el memorioso: Conversatorio en la Universidad Nacional de Colombia El narrador Roberto Burgos Cantor (Cartagena de Indias, 1948) participó en la mañana del 7 de octubre del año en curso de un conversatorio con estudiantes del Departamento de Literatura de la Universidad Nacional de Colombia, concebido y organizado por la profesora Alejandra Jaramillo Morales, con el propósito de generar espacios de encuentro entre los escritores colombianos contemporáneos y los futuros críticos literarios que aquí se forman. Las preguntas y discusiones del conversatorio giraron en torno a la narrativa y el discurso autobiográfico de Burgos Cantor, centrándose en temas como la memoria, la identidad de Cartagena de Indias y su percepción de la crítica literaria en Colombia, entre otros. Particular atención mereció su más reciente novela La ceiba de la memoria (Seix Barral, 2007). El debate fue moderado por un grupo de estudiantes del curso, impresionados por la narrativa de Burgos y constituido a

“GABO” Y GABRIEL

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“GABO” Y GABRIEL Reseña de El coronel no tiene quién le escriba Gabriel García Márquez. Juan David Cadena Aquel dicho de “a buen entendedor, pocas palabras”, puede funcionar también en dirección opuesta y referirse al autor de un texto escrito, de tal modo que “con buen escritor, pocas palabras”. En el caso de El coronel no tiene quién le escriba es probable que nuestro primer encuentro nos lleve a encarar la frase contundente, el silencio diciente o la metáfora monolítica de un buen escritor. Con precedentes claros en un Faulkner, un Kafka o un Hemingway, esta novela breve de García Márquez aparece cuidadosamente entretejida con la concreción y la sobriedad del lenguaje madurado y la oración seca, sin arandelas, que, sin renunciar por ello a sus posibilidades plásticas, logran recrear la atmósfera seca, árida y adusta de un universo que (como en Kafka, Hemingway, Faulkner) nos choca por su atmósfera absurda, su metodismo castrense y su desintegración del mundo individual... ¿La escrib

Un paseo por la Casa Grande

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Por Laura Acero Polanía Seguramente a los lectores ávidos de un poco de realidad, aquellos tan de moda, que buscan encontrarse un poco de realidad colombiana, les llamaría la atención una novela que, oh sorpresa, no es nada reciente ni tuvo tanta promoción en su época. Sí, frente a esas nuevas historias de violencia sicarial cuyos títulos gritan “¡léanme!, ¡soy sangre, soy realidad!” un lector asiduo de la historia del país puede tomar esta novela de la segunda mitad del siglo XX que, aunque no esté tan lograda como algunos podrían esperar, supera las más actuales y da buena cuenta de esa última parte de la historia colombiana, además de poder explicar un poco mejor por qué ahora nuestra narrativa habla de lo que habla. Bien, no se trata de que considere que esta novela debe obligatoriamente hacer parte de los “clásicos de la literatura colombiana”, pero sí deseo hacer una corta y sustanciosa invitación para acercarse a La casa grande e intentar un tipo de lectura que permita ir m

Contando agujeros

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ROBERTO RUBIANO VARGAS CINCUENTA AGUJEROS NEGROS PANAMERICANA, 2008 CONTANDO AGUJEROS: Uno, dos, tres, quince, cincuenta cuentos negros Por: Tania Alejandra Intriago Niño Lo impresionante de los agujeros negros es que pese a ser una verdad científica no pueden dejar de lado lo que de mito, de chisme, de leyenda para asustar a los que interrogan el universo tienen. Desde la cuántica la verdad se ha hecho tan irreal que circula en fascículos especializados y enciclopedias para bachilleres un montón de historias fantásticas que conquistarían a todos los estudiantes de secundaria y los convertirían en amantes de la ciencia si se les enseñara con la pasión, la magia, la brujería, que per se contienen. Y es que uno no puede terminar de creer que exista algo como un chupacabras espacial que, debidamente explicado, no sea otra cosa sino una región de espacio-tiempo que concentra una gran cantidad de densidad, tanta, que ni la luz puede escapar de ella…y existe. Lo impresionante de la literatur

Novela escrita para mujeres que orinan Chanel No. 5

Pérez, Lina María.  Mortajas cruzadas . Bogotá: Seix Barral, 2008.  Por Kevin Sedeño Guillén ¿La escritura de buenos cuentos conduce inevitablemente a la escritura de una buena novela? La experiencia de algunos de los más grandes narradores de todos los tiempos ha hecho pensar que la escritura de una novela es muchas veces el resultado de una continua y prolongada escritura de buenos cuentos. Sin embargo, para desequilibrar este axioma no escrito está, por ejemplo, la experiencia de Jorge Luis Borges, quien nunca condujo su maestría en la escritura de relatos al denominado género mayor . La escritora bogotana Lina María Pérez (1949) ganó en 1999 el Premio Internacional de Cuentos Juan Rulfo de Radio Internacional de Francia en la modalidad de género negro con su cuento “Silencio de neón”. Un año después su cuento “Sonata en mí” obtuvo el primer lugar en el Concurso Nacional de Cuento Pedro Gómez Valderrama, convocado por la Biblioteca Gabriel Turbay y el Instituto Municipal de Cul

De “Tele-ventas” al mercado literario

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Abad Faciolince, Héctor. Basura. Madrid: Lengua de trapo, 2000. Por Guillermo Andrés Castillo Quintana. Del mismo autor de Asuntos de un hidalgo disoluto y del postre dulce “Abad” cuya receta aparece en el libro Tratado de culinaria para mujeres tristes -suerte de mermelada hecha a base de fresas tiernas y la popular “uchuva”-, quisiera, en este momento, aproximar algunas palabras a uno de sus productos más particulares que -en medio de posibles prescripciones médicas, columnas en la Revista Semana y el diario el Espectador, frustradas tentativas peripatéticas, traducciones del italiano al español de Umberto Eco, Gesualdo Bufalino, entre otros- ha sido merecedor de un premio de considerable prestigio. Y es que yo pienso que se lo merece, especialmente por el talante, pujanza, ingenio y verraquera que sin duda como antioqueño que se respete, ha imprimido en la buena fortuna de sus negocios. Si ha pensado usted que me refiero a Héctor Abad Faciolince –médico, periodista, filósofo

Una Intranquilidad Descorazonadora

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Una Intranquilidad Descorazonadora Reseña del Libro Cincuenta Agujeros Negros Del escritor Roberto Rubiano. Juan David Cadena En la solapa de cierta edición remota y olvidada, que descansa amorosamente en la biblioteca, junto a mis otros pocos “rarísimos”, algún editor anónimo comentará la obra del (también lamentablemente remoto y olvidado) cuentista Ramiro Cárdenas, que dio en inaugurar y clausurar toda su carrera con este único libro en 1951 (hay una copia en la Luis Ángel, bastante cascada y bastante inolvidable una vez leída). El comentario en cuestión abre con la siguiente afirmación: < >. Esta especie de equivalencia directa entre una realidad histórica incierta y una creación literaria concreta, viene a arrojar también una luz esclarecedora sobre la obra cuentista de Cincuenta agujeros negros. En un mundo sistematizado por la ciencia progresista, por las telecomunicaciones y por la economía globalizada, la obra de Roberto Rubiano nos bombardea con una serie arbitraria de

La lectura del Colombiano

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LINA MARÍA PÉREZ MORTAJAS CRUZADAS SEIX BARRAL 233 PÁGS. LA LECTURA DEL COLOMBIANO: No la muerte, no la política, no el amor, no la buena literatura, no la historia convincente, no…, no…, no… Por: Tania Alejandra Intriago Niño Un libro que se deja leer… Así es la novela de Lina María Pérez, cualidad o defecto, es la característica que hace que uno, por más desinteresado, por más aburrido e, incluso, ofendido que se sienta; no pueda dejar de leerla hasta el final; porque sucede que uno no queda tranquilo, que justo en el momento en que, decididamente se ha dicho « ¡Basta! » y ha cerrado el libro y, es más, ha preferido hacer algo que considere de mayor utilidad (abrir la alacena, ir al baño, pasear al perro o encender la televisión…); la trama inconclusa de Adolfo Valdivia y Oliviana Tascón le obliga a retornar, a que la mano indecisa vuelva allí donde usted –antes decidido- había abandonado la lectura, hasta que el ojo se rellene con sus letras, hasta la última gota. Ahora bien, de en

EL CORONEL NO TIENE QUIEN LO LEA

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Por Jairo Andrés Garzón Daza García Márquez es pasión, como Colombia . Falso. Tiene lectores apasionados, cosa diferente. Compradores, editores, periodistas, fotógrafos apasionados. Colombia , violenta y furibunda pasión, país novelero, tiene motivo de orgullo en un cierto coronel, veterano de guerra, que no tiene quien le escriba. No tiene quien le reconozca sus sacrificios por la patria ni algún caritativo servidor público que ampare con pensiones vitalicias ni cargos gubernamentales si abandonada senectud. Pero me equivoco: el motivo de orgullo no es el coronel, sino un cierta Márquez , polígrafo nacional y patrimonio de la humanidad. ¿Ya se lo había presentado? Sí, desde el principio; a lo mejor ya lo han visto en fotos en periódicos con reinas de belleza. Pues hay quienes dicen que el coronel de este Márquez , senil y relapso (el coronel, se entiende), es una profunda y magnífica expresión de la esperanza, el valor, la dignidad y el tesón que hincha de orgullo patrio y de san