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Mostrando las entradas de noviembre, 2016
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La insólita conciencia de la individualidad de Natsume Soseki en El Caminante Por: Ana María Rico Rangel "El fin de la Historia y de la Humanidad somos los sendos hombres, cada hombre, cada individuo. El individuo es el fin del Universo.” Del sentimiento trágico de la vida. – Miguel de Unamuno. Hablar de la restauración Meiji evoca una época de profundas reformas en el ámbito político, económico y social de la civilización japonesa en la segunda mitad del siglo XIX. El fin del régimen del Shogunato, el retorno del poder al Tenno, la transformación del régimen feudal y su estructura social, fueron algunos de los sucesos significativos de la reforma que sustituyó la organización social y política tradicional del Japón. Dichos cambios fueron fundamentales en el proceso de modernización, casi defensivo, que emprendió el Japón ante la eminente y amenazante expansión de occidente; sin embargo, esta transición significó también el furor de occidentalización entre la socieda
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  Una aproximación a la novela Botchan , de Natsume Soseki  Por:  Ángela Viviana Salamanca Martínez La literatura japonesa ha tenido un auge particular en las últimas décadas, lo cual ha posibilitado un diálogo entre oriente y occidente que se manifiesta en la cultura y en la sociedad en general, y que se puede apreciar claramente en la literatura misma. Autores como Natsume Soseki han planteado y cuestionado esta relación con propuestas estéticas que permiten entender el problema en un nivel personal y humano. Un claro ejemplo de ello es su obra Botchan , que fue publicada en 1906 y que deja ver claramente todas esas problemáticas que se daban entre ciudad y provincia / tradición y modernidad. Esta novela tiene como personaje principal a Botchan, un joven docente que empieza a ejercer su profesión en una provincia alejada de la capital. A lo largo de la historia podemos apreciar una serie de episodios que giran en torno a las burlas o engaños que sufre este joven por part
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Kokoro : soledad, silencio y transformación en el Japón de inicios del siglo XX Por: Mario Alejandro Nivia   “La gente dirá que es una pena morirse sin pasar esa experiencia a otra persona. Yo también pienso un poco así. Pese a eso, es mejor morirse con ella que pasar esa experiencia a alguien que no la comprende.” (Página 162) Natsume Sōseki es uno de los escritores clásicos de la literatura japonesa, nacido en el año 1867 y fallecido en 1916, experimentó la profunda transformación de la sociedad japonesa que, a través de la Restauración Meiji (1866 – 1869) abrió sus puertas a occidente después de más de dos siglos de aislamiento con respecto al resto del mundo. Soseki, escribió, entre otras obras, Soy un gato, Botchan, El Caminante y Kokoro , que data del año 1914. Kokoro es una obra que representa en su interior un complejo engranaje de situaciones humanas y sociales que son testigo de la maestría de Sōseki para dar cuenta, al mismo tiempo, de los sentimientos human
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Kokoro : el corazón en la obra de Natsume Soseki Por: Santiago Gómez Castañeda Cuando Japón vivió la culminación del periodo Edo en 1868 –mediados del siglo XX- vio emerger, entre tanta incertidumbre tras las guerras intestinas, el principio de su occidentalización. La restauración Meiji significó una reforma tanto en aspectos sociales como culturales tras culminar con el aislamiento nacional de más de dos siglos establecido en el shogunato de Tokugawa. Esto condujo al pueblo nipón a la dialéctica en que se ve inmerso actualmente: un país globalizado, con vistas hacia un futura en que se aprovecha todo cuanto puede beneficiarle del mundo occidental; pero preservando su pasado, es decir, los principios, valores y costumbres propios de la identidad nacional. Este fenómeno se ve reflejado en la literatura japonesa del siglo XX, en la que se destaca la dicotomía entre dos propuestas, a saber: volcarse hacia el pasado negando la realidad nacional en que Japón hace parte de un mund
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Acerca de  Soy un gato  de Natsume Soseki Por:  Paola Villalba Eljure y  Camila Bautista Torres Soy un gato , de Natsume Soseki, retrata la historia de un felino que después de ser arrojado a la calle, logra ser acogido en casa de un profesor de escuela llamado Kushami, de esta manera el gato (que no recibe ningún nombre), es un espectador y comentador de la estructura social de la clase media y de la nueva burguesía tokiota japonesa. A través de la crítica descarnada que éste gato realiza, se pueden evidenciar las diferentes intrusiones de las prácticas occidentales y la postura del autor frente a la llegada de costumbres ajenas a su país. La novela se escribe en 1905 y a pesar de que corresponde al siglo XX, es preciso entender que la sociedad japonesa se encontraba en un proceso de apertura hacia el resto del mundo. El profesor Kushami representa al japonés maravillado con la cultura clásica, pero ésta no era la postura de todos los japoneses de la época, dado que la ti
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El diálogo entre silencios Por: Lina Zarama Villamizar             Desde que comencé a aficionarme a la literatura y al cine japonés me han llamado la atención sus silencios. Al principio me desconcertaban e incluso podían llegar a impacientarme, por lo cual me di cuenta de algo evidente en lo que hasta entonces no había reparado. En palabras del sociólogo David Le Breton, en su libro El Silencio (2006), “todo interlocutor y, por extensión, todo grupo social, toda cultura, confiere pesos específicos a la pausa y al silencio en la conversación”. En occidente tratamos de llenar los vacíos en las conversaciones con cualquier tipo de comentarios, así sean banales. Generalmente escapamos del silencio. Por otro lado, en oriente el silencio es acogido con varias dimisiones significantes dentro de la conversación. A veces incluso es más importante saber callar que saber hablar. Este aspecto lo encontré palpitante en la novela Kokoro , escrita por Natsume Soseki. La novela entera es en
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Sentimientos aflorados:  El cielo es azul, la tierra blanca Por: Héctor Alfonso Gómez Sánchez Hiromi Kawakami escritora japonesa en esta oportunidad nos regala una bella historia de amor y soledad, vista desde los ojos de la ternura, delicadeza, sutileza, bondad y, sobre todo, de la belleza que surge sin anunciarse, una revelación como los cerezos en flor. Esta novela nos cuenta el tiempo en que Harutsuna Matsumoto, un viejo profesor de japonés y Tsukiko Omachi, alumna de este maestro se enamoran sin previo aviso, sin ninguna restricción, solo así, naturalmente. Esta sutileza con que se desprende las hojas de los cerezos para morir en la belleza de lo efímero, me ha hecho reflexionar sobre la visión tan trágica que tiene Occidente sobre la vida, la existencia y el tiempo a la luz de la desesperanza y la nada. Ya que, Oriente observa estas cuestiones cuando confluyen entre sí, en el ahí, en el ahora, en el presente, en ese pequeño espacio donde se vive y se experimenta la vida.
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Al sur de la frontera, al oeste del sol : Angustias y fantasmas en amantes desdichados Por: Héctor Alfonso Gómez Sánchez Esa angustia que nos produce la imposibilidad de concretar nuestros objetivos y deseos, nos perturba, y más sí le apostamos todas esas fuerzas, sentimientos y esfuerzos que se conjuran. ¿Cómo llegamos a ese punto si la tranquilidad y la seguridad nos cubren? ¿Es al “oeste del sol” dónde la verdadera felicidad existe?  Creo que es está, la premisa con la que Haruki Murakami escribe Al sur de la frontera, al oeste del sol una novela que relata la vida de Hajime, un hombre que conoce en su infancia a Shimamoto de quién a temprana edad se enamora y, por más que pasen los años, ella siempre estará presente sus pensamientos, e incluso, sus sentimientos perdurarán. Pero, este temprano amor se ve imposibilitado por cuestiones del destino de cada uno (viajes, traslado de la familia de Hajime, improbabilidad de un nuevo encuentro). Hajime, ya adulto, es dueño de dos ba
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Vida, sentimientos, egoísmo en Al sur de la frontera, al oeste del sol Por: Mario Alejandro Nivia Hajime significa “Principio”, como el nombre del personaje principal de esta novela de Haruki Murakami acerca del amor, de los sueños de la juventud, de las decepciones y anhelos perdidos de la adultez, de la recompensa que exige una espera tenaz y obstinada, del daño que se puede hacer a los demás aún sin querer, en definitiva, de los deseos que tiene toda persona de encontrar su lugar en el mundo y de intentar ser feliz. Hajime tiene las dificultades propias de un hijo único, crecer sin hermanos para jugar; con un constante deseo de imponer su voluntad, ya que se encuentra acostumbrado a no tener que consultar con nadie sus opiniones y decisiones; el complejo de ser considerado un niño “consentido, enfermizo y egoísta” que posteriormente lo llevará a inclinarse por el ejercicio físico y dejar de lado su débil constitución corporal pero que, así mismo, nunca le permitirá aleja
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Gloria, muerte y amor en El marino que perdió la gracia del mar Por: Mario Alejandro Nivia « Si esto llega a destruirse un día -susurró Noboru, apenas consciente-, significará el final del mundo. Creo que sería capaz de hacer cualquier cosa para impedirlo por terrible que fuera ». Íntima, tierna, sobrecogedora, amena, cruel y sobre todo, abrumadora, así se puede describir muy someramente la novela El marino que perdió la gracia del mar del escritor japonés Yukio Mishima. En esta obra se narra el amor entre un marino errante y una joven viuda en la cúspide de una belleza magníficamente descrita, que se hace palpable gracias a las palabras del narrador. Sin embargo, la novela de Mishima no se trata, sencillamente, de la narración un romance, sino también del conflicto que conlleva la posibilidad de renunciar a una vida de aventuras, de una posible gloria futura, en ultramar, por el ideal de perseguir el amor que enternece y que apasiona. Las dudas del marino son mucho más
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Al sur de la frontera, al oeste del sol frente a sus antecesores Por: Dayan Alexander Arévalo Arévalo Desde hace varios años todos los octubres es común escuchar los rumores del posible otorgamiento del Premio Nobel de Literatura a Haruki Murakami. Año tras años las apuestas han dado como ganador al japonés y año tras año se ha visto como este continúa sin igualar el logro de su compatriota Yasunari Kawabata. Año tras año las casas de apuestas lo dan como un ganador indiscutible y, después de leer Al sur de la frontera, al oeste del sol , empiezo a entender por qué Murakami está lejos de ser el ganador de dicho premio. No está de más decir que desconozco la manera en la que la Academia Sueca define al ganador de este galardón, pero si la decisión se basará en una única obra, estoy seguro que Murakami presentaría cualquier obra menos la que aquí reseñaré. Escrita en 1992, Al sur de la frontera, al oeste del sol narra la vida Hajime, un padre de familia que hace un recorr
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Confesiones de una máscara: Instantes y recuerdos Por: Dayan Alexander Arévalo Arévalo Hablemos de esos recuerdos que construyen vida. Hablemos de los instantes que parecen insignificantes pero que son capaces de llenar de historia un cascarón vacío. Hablemos del inicio de la humanidad condensada en un individuo que muere y revive, que se orina sobre sí y que lucha por respirar. Hablemos de sexo y del despertar erótico. Hablemos de apariencias y de hipocresías. Hablemos de Confesiones de una máscara. Publicado en 1949, este libro narra las historias de Kochan, historias que están enmarcadas en el aislamiento y en el contraste que vive un personaje que tiene acceso a sus recuerdos como si estos fueran pequeñas láminas coleccionables depositadas en un baúl al cual tiene acceso en el momento que lo desee. Por ello quien narra recuerda hasta el momento de su nacimiento, pues toda su vida está ahí, a su entera disposición.
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El viejo Eguchi y la casa de las bellas durmientes Por: Cristian Camilo Baquero Valbuena Es común que los hombres solitarios busquen refugio en cuerpos desconocidos. Es común que los rostros juveniles llenen de nostalgia a los hombres longevos. Es común que, para unos y para los otros, el deseo se esfume o se transforme en una pálida necesidad de compañía. Eguchi, el viejo Eguchi es ambas clases de persona.  Casi por casualidad Eguchi se entera de la existencia de la casa de las bellas durmientes, un lugar en donde mujeres jóvenes y hermosas, son sedadas y abandonadas a la suerte de hombres mayores. En compañía de estas mujeres narcotizadas Eguchi es capaz de darse cuenta como su vida de a poco se agota, de cómo sus horas se consumen al igual que las horas de las jóvenes dormidas, pues basta con sentir el cálido aliento de la mujer dormida en su cara, basta con percibir el aroma suave y dulce del cuello o de las axilas de la mujer, para que la memoria de sus sentidos se activ
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Máscaras y espejismos   Por: Cristian Camilo Baquero Valbuena Para Kochan —personaje principal de la novela Confesiones de una máscara — la vida realmente es un escenario, pues al notar desde muy joven que era una persona distinta, se vio obligado a representar un papel que no era el suyo, se vio forzado a enmascararse. De esta manera Kochan se sumerge en hondo espejismo, en donde entre intentos furtivos busca esconder de sus allegados e incluso de sí mismo, su verdadero yo. Se esfuerza para   eludir los deseos que generan en él las figuras masculinas, en especial su compañero Omi; deseos que cree prohibidos, deseos que lo atormentan. Y es en este vaivén de máscaras e ilusione, donde la figura de Sonoko aparece para transfigurar a Kochan, haciéndolo meditar sobre quien realmente es. Acaso ¿Realmente puede el amar a una mujer? ¿Puede ser como el resto de hombres? ¿Se puede amar sin desear? Esa es la historia de Kochan, un hombre joven que, entre los aromas de la guerra y la presi
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En búsqueda de salvación Por: Cristian Camilo Baquero Valbuena ¿Qué eran los recuerdos? se pregunta Kawabata en las primeras páginas de su novela. Para Oki Toshio uno de los personajes de Lo bello y lo triste , los recuerdos son salvación. Y es en la búsqueda de esta salvación donde comienza la novela. Oki Toshio en un tren, acompañado por unas cuantas butacas vacías se dirige a la ciudad de Kioto. Escudado tras la intención de escuchar las campanas de los monasterios de aquella ciudad, espera reencontrarse con Ueno Otoko. Han pasado más de veinte años desde la última vez que se vieron. Otoko, mucho más madura, ha conseguido reconstruir su vida. El reencuentro no llega a realizarse del todo, pero este breve choque trae consigo un mar de sensaciones no solo para Oki y para Otoko, sino también para las personas más cercanas a ambos personajes.
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Junto al mar, Tsugumi y el lector Por: Santiago Rodríguez Segura ¿Quién nunca ha tenido una experiencia que le cambie la vida? ¿Quién no ha conocido a una persona llena de conocimiento que transforma su manera de ver el mundo? ¿Quién no alberga en si mente un maravilloso recuerdo que guardamos con enorme nostalgia? Este tipo de preguntas son las que se despiertan en la mente del lector de Tsugumi , la segunda novela de la escritora japonesa Banana Yoshimoto (1964). Tras establecerse en Tokio junto a sus padres e iniciar sus estudios universitarios María Shirakawa decide regresar al pueblo costero donde creció para pasar unas últimas vacaciones junto a sus primas Tsugumi y Yoko. El mar y el espíritu explorador del grupo de chicas les permite encontrar varias aventuras en el pequeño poblado, pero el problema más grande al que se enfrentan es el de descifrar la personalidad y carácter de Tsugumi.
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El vacío de El cielo es azul y la tierra blanca Por: Paola Andrea Rodriguez Arevalo Vacío, es la palabra clave que deja la obra, es un vacío oriental, ese que a simple vista no dice nada, pero que al acercarse, explota y diversas sensaciones salen a la luz, estas sensaciones se mueven en la obra como una ola gigante que envuelve a los personajes y que de  telón de fondo se basa en unas detalladas descripciones del paso de las estaciones. Dando colores específicos a las situaciones y marcando un rápido paso del tiempo,  Hiromi Kawakami escribe el cielo es azul y la tierra blanca , ésta novela es traducida al castellano en 2009 y es ganadora de varios premios en su país. La obra cuenta la historia de dos personajes, la  primera es  Tsukiko, una mujer de 38 años, ella es la que nos cuenta la historia y es el punto desde el que la escritora nos dejará ver todo lo que sucede, Tsukiko es un mujer que a lo largo de su vida ha creado un escudo con la excusa de creer no estar li
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Tsugumi, el último verano Por: Paola Andrea Rodríguez Arevalo El verano, el sol, la playa, el mar y una posada, son el telón de fondo para esta historia aparentemente  sencilla  pero que puede llegar a ser  tan explicita, tan llena de sentido y sobre todo fácil de apropiar. Banana Yoshimoto es la novelista que publica esta obra en 1994. Yoshimoto nace en Tokio y es egresada de la universidad de Nihon. Y desde sus años de estudio fue reconocida por sus letras, ganando varios premios con su primera novela , Kitchen . La obra narra la historia de  María Shirakawa junto a sus primas, Yoko y Tsugumi. María decide contar, apoyada en los recuerdos de su infancia, ese último gran verano que pasará en la posada Yamamoto, descubriendo el valor de la amistad, la familia  y el amor.
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La belleza triste de Kawabata Por: Valentina Duque Vargas Con la excusa de escuchar las campanadas del nuevo año, Oki Toshio, casado y con dos hijos, decide viajar a Kioto a reencontrarse con un amor de su pasado: Otoko Ueno, quince años menor que él, una pintora reconocida. Lo bello y lo triste es una novela que, aunque corta, trasmite la sensación de un lento suceder. Yasunari Kawabata nos revela poco a poco la vida de los personajes en una remembranza constante del pasado, en duelo con el recuerdo y la melancolía. Lo bello: Sencilla y al punto, Kawabata elabora imágenes de paisajes; una geografía casi turística de Japón. La escritura se vuelve apacible a través de ellas. Sea este quizás el recurso más característico de la literatura oriental. Un ejemplo clave es la manera de intitular los capítulos y cómo estos alegorizan lo que sucede con los personajes. A diferencia de las narraciones occidentales, aquí ocurre un relato con muchas curvas; como una línea ondul
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El marino pierde la gracia. El escritor, la gana Por: Valentina Duque Vargas Ryuji Tsukazaki, un marino mercante, llega al muelle Takashima junto con la tripulación del carguero Rayuko, una majestuosa máquina que demuele las olas. Su carrera como marino le trae inmensa fascinación: él siente antipatía por la tierra y desdeña a quienes la echan de menos, pues su único deseo es surcar las olas bajo un infinito mar esplendoroso, alcanzando el éxito de aquellos que enfrentan lo imposible. Sin saberlo, un niño de trece años, Noboru, piensa similar a él: el mundo es insulso y la raza humana, insignificante. Pareciera que el mar y los barcos son lo único potente, una herencia del tiempo. Luego, cuando Noboru le pide a su madre que lo lleve al muelle a conocer al rutilante Rakuyo, Ryuji y él se conocen. Pero, sin proponérselo, el marino se enamora de la madre de Noboru, Fusako.  Con asombrosa picardía, Yukio Mishima sumerge al lector en un drama que juega con el vaivén de las olas ha
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Confesiones de una máscara y la aceptación del yo Reseña de Valentina Duque Vargas No sabremos nunca el nombre completo del  narrador de Confesiones de una máscara . De hecho, solo en un par de escenas de las doscientas páginas que la componen mencionan un atisbo de nombre. Y quizá no sea necesario saberlo, ya que la prosa de Yukio Mishima nos hace pensar casi desde la primera línea que es un relato autobiográfico. Que él es, en efecto, el narrador. El estilo anecdótico es lo que destaca de esta obra. El narrador, un hombre de unos 20 años, comenzará a contarnos su vida casi desde el nacimiento. Más adelante, explicará su despertar sexual, su búsqueda de soledad y las luchas que tendrá consigo mismo para sentirse parte del mundo. Homosexual, fascinado con la muerte y el sufrimiento, sabe que sus pensamientos no encajan con los de aquellos a su alrededor. Se valdrá de mascaradas para ocultarlo. La novela de Yukio Mishima escaba un conflicto muy humano: la aceptación del yo
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María Por: Valentina Duque Vargas María reflexiona sobre sí misma. Ella es apacible y tranquila, una persona que no se molesta con facilidad. Y luego, con rabia por una reciente riña con uno de sus profesores de la universidad, considera que todo es culpa de Tsugumi.  Y es que Tsugumi, con su carácter altanero e impertinente, parece haber moldeado, sin quererlo, sus rasgos más característicos. María ve en Tsugumi a una diosa arbitraria e imperiosa, de piel lívida, poca carne pero que, sin embargo, es el símbolo del amor y la belleza. A partir de estas reflexiones, María decide contarnos el último verano que pasó en su pueblo natal, una hermosa villa costera. Sus tíos regentan el Hostal Yamamoto y Tsugumi, aquella diosa, no es más que su prima un año menor que ella; una niña que creció con una enfermedad que amenaza todo el tiempo su vida. Ella y María han sido amigas desde la infancia y su amistad parece unirla un débil hilo que amenaza con romperse.
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Confesiones de una máscara : Un juego introspectivo Por: Edison Andrey Rojas Olaya   Confesiones de una máscara es una novela que sumerge al lector en la enredada conciencia de Kochan, el narrador de la historia, quien rememora, entre otras cosas, la extraña relación entre él, su abuela y sus padres; su adolescencia marcada por su “vicio”, por hombres bellos y por el saberse diferente de los adolescentes de su edad. Estos recuerdos, no nos llegan solos, es decir, se le presentan al lector en medio de un dialogo que sostiene el narrador actual con sus creencias pasadas, éste narrador adulto reinterpreta las hipótesis de esos antiguos sucesos.  Es como si uno dialogara con su yo pasado, con el de ocho años, con el de catorce o el de veinte. Pero sin importar la etapa hay una constante en la vida del protagonista: su intención de asumir una vida que no le corresponde, el ser otro, el adecuado, de ahí el nombre de la novela. La cualidad introspectiva del narrador nos regala
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Atmósferas y fragmentariedad en Lo bello y lo triste de Yasurani Kawabata Por: Edison Andrey Rojas Olaya “Cuando se separó de Oki, pensó que nunca se casaría. El dolor la había dejado exhausta; apenas si podía trazar planes para el día siguiente. ¿Cómo pensar entonces en un futuro lejano?” Kawabata ( Lo bello y lo triste ) A medida que avanza la narración de Lo bello y lo triste , nos vamos enterando del profundo amor que existió entre Oki Toshio y Otoko Ueno. También, somos testigos del sufrimiento que vivió la muchacha. Con tan solo dieciséis años, tuvo que enfrentar dos grandes pérdidas frente a las cuales, tal vez, ninguna mujer se siente preparada. El desgano, el desencantamiento por la vida, rozar la línea entre la cordura y la locura son las marcas que quedaron en Otoko luego de estos eventos traumáticos, que le llegan fragmentariamente al lector con un profundo eco emocional, haciéndolo tal vez detenerse en la lectura y, quizá empatizar con el personaje.
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El cielo es azul latierra blanca : una lectura recomendada Por: Edison Andrey Rojas Olaya “Cuando tienes un gran amor, debes cuidarlo como si fuera una planta. Debes abonarlo y protegerlo de la nieve. Es muy importante tratarlo con esmero. Si el amor es pequeño, deja que se marchite hasta que muera” Hiromi Kawakami (El cielo es azul, la tierra blanca) ¿Te has percatado del momento preciso en que sientes que te estás enamorando? ¿Te has preguntado, cómo es que te das cuenta? Leyendo El cielo es azul, la tierra blanca de Hiromi Kawakami me fue inevitable hacerme estas preguntas. Durante la novela sentí cómo iba germinando lentamente la relación entre Tsukiko y su antiguo maestro de escuela. Luego de su reencuentro casual, muchos años después del colegio, estos dos personajes inician una historia de amor ajena a los ojos de cualquier occidental. No hay sexo en la primera cita, no hay caricias constantes ni cumplidos que van y vienen. Lo que sí hay es una complicidad orq