Por: Paula Sofía Riveros
Con el propósito de escuchar las campanas de año nuevo, Oki Toshio va sentado en un vagón con rumbo Kioto, mientras los recuerdos de un pasado y tormentoso amor lo persiguen en su viaje. La nostalgia por un amor perdido y el sentimiento de soledad impulsan al protagonista a emprender su viaje con la intención de reencontrase con su antigua amante: Ueno Otoko. El reencuentro varios años después entre los dos amantes da paso a una serie de situaciones llenas de pasión, erotismo y drama donde otro personaje juega un papel muy importante en la historia: Keiko, joven discípula de Otoko. Ésta se presenta como una muchacha de sentimientos intensos, bastante impulsiva, sensual, apasionada y celosa, la cual será quien vaya tejiendo el hilo de la historia con el permanente deseo de vengar a su maestra.

En esta novela de Kawabata, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1968, se apela a la sensibilidad del corazón humano, escrita en un estilo cautivador, sobrio, bello y cargado de emoción  va atrapándote poco a poco y metiéndose en tu piel. Así, el autor va introduciendo paulatinamente la triste historia de amor entre Oki y Otoko, por medio de flashbacks nos va dando más detalles del relato, permitiéndonos ir comprendiendo mejor la situación actual de los personajes y sus sentimientos respecto al otro. Igualmente, la delicada sensualidad presente en varios momentos de la novela además de las descripciones que hace Kawabata de los paisajes, las calles y algunos aspectos culturales de Japón hacen que uno se adentré en el libro y se deje llevar por la imaginación, que gracias al alto grado de detalle permite concebir imágenes mentales de gran nitidez. Así mismo, la melancolía es un sentimiento constante en toda la obra: se puede observar tanto en los personajes como en los paisajes, que armonizan, de alguna manera, con los sentimientos de los protagonistas complementando el escenario de la novela.  

Así, Lo bello y lo triste es una novela corta pero que aborda aspectos importantes del sentir humano, destacando la belleza y la tristeza de lo efímero, ejemplificados en un amor que deja una profunda huella a pesar de su brevedad temporal, donde se nos muestra que el sentimiento amoroso es diferente en cada persona, que existen distintos tipos de amor: el pasional, el reservado, el dulce y cada quien lo percibe, lo siente y lo experimenta de acuerdo a su manera de ser. Es también muy impactante como al finalizar el libro uno queda con la sensación de la facilidad con la que un momento de felicidad que se puede evaporar en un instante y puede pasar a convertirse en profundo dolor.  
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Kawabata, Yasunari. Lo bello y lo triste. Argentina: Emecé Editores, S.A, 2002. 208 págs.

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