Por: María Alejandra Gómez
Autor: Haruki Murakami
Número de páginas: 268
Editorial: Tus Quets editores
Cuando
Hajime escucha por primera vez South of
the border de Nat King Cole al lado de su amiga Shimamoto, comienza a
comprender lo atraído que se siente por ella. El niño, que con tan solo doce
años desconoce por completo el sentimiento del amor y que tampoco comprende la
letra de la canción, ignora por completo que el sentimiento es mutuo.
Una
serie de situaciones externas alejan a esos niños, cuyos destinos se vuelven a
encontrar 24 años después. Hajime con 36 años, casado y con dos hijas, vuelve a
ver a Shimamoto, una mujer muy bella, pero misteriosa, que se le acerca para
hablarle en la barra de su bar. A partir de aquella escena el amor revive, pero
esta vez no por la senda del sur de la frontera, al que hace referencia la
canción de Cole, sino en dirección del oeste del sol, cuyo sentido adquirirá
significado al final de la obra, cuando Shimamoto afirma que esa es la
dirección por la que caminan quienes padecen de histeria siberiana y que tal
vez allí no hay nada “O tal vez sí. En todo caso, es un lugar distinto al que
esta al sur de la frontera”, un lugar simbólico para una obra dramática, un
lugar donde solo queda la muerte.
Así
se va desarrollando la historia de dos amantes que luchan por estar juntos, que
se enfrentan al vacío y al mañana, y cuyos esfuerzos son en vano.
Por
un lado Hajime es un hombre exitoso, con dinero, con familia, un ser que ha
descubierto que con todo, se siente perdido. “Esta no parece mi vida”, piensa
cuando se encuentra frente a un semáforo en rojo, esperando la luz verde para
poner en marcha su BMW.
Shimamoto
también se enfrenta a lo mismo, pero de una forma diferente. Si bien, el lector
no logra saber nada sobre su vida personal (solo que tuvo un bebé y que este
murió unos días después de su nacimiento), por el secreto que ella esconde, por
el silencio que guarda sobre su vida, por sus gestos y sus ojos; cuyas pupilas
guardan “un espacio de hielo y tinieblas”, es que entendemos que también lleva
consigo una carga, situación que advierte a su amante: “Tendrás que aceptarme
por entero. De pies a cabeza. Con todo cuanto arrastro, con todo cuanto llevo
encima”.
La
situación de ambos los hace sentir vacíos y solo cuando suponemos que se
encuentran llenos, porque por fin han consumado su amor, cuando Shimamoto
promete a Hajime revelar todo al día siguiente, tal cual como ocurre en el acto
V de Romeo y Julieta, en donde los amantes niegan la llegada del siguiente día,
Shimamoto toma una decisión que deja en ascuas al lector.
Es
esa falta de información la que también ayuda a mantener la tensión de la obra. Es por Shimamoto que
el lector inicia y termina la novela, pues al igual que Hajime tiene preguntas. Igualmente sin la presencia de Shimamoto,
Murakami, su autor, no podría dibujar la idea de ese amor imposible que se
solidifica, “Como el cemento dentro de un cubo” y que al final solo deja la
idea del desierto, porque “hay muchas maneras de vivir. Hay muchas maneras de
morir. Pero eso no tiene ningún importancia. Al final, solo queda el desierto.
El desierto es lo único que vive de verdad”.
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Título del libro: Al sur de la frontera al oeste del SolAutor: Haruki Murakami
Número de páginas: 268
Editorial: Tus Quets editores
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