Por: Diego Alejandro Ramírez Fonseca
El cielo es azul, la tierra blanca
es la novela ganadora del premio Tanazaki en 2001 sumando así un reconocimiento
más para su autora, Hiromi Kawakami. Aunque su formación profesional está orientada
en las ciencias e incluso habiendo sido profesora de Biología, su trabajo se ha
enfocado en el terreno literario, donde se le ha reconocido como una de las
escritoras japonesas más importantes del momento.
Su
cuarta novela, El cielo es azul, la
tierra blanca, es la historia de una mujer de treinta y ocho años que ha
vivido en soledad, concentrada en su trabajo y que un día en un bar se encuentra
con un antiguo profesor. Kawakami nos muestra el desarrollo de la relación
entre estos dos personajes, que aunque estén distanciados por la edad y por sus
propias formas de ser, encuentran la manera de quebrar sus soledades.
Es
la protagonista Tsukiko, quien narra su historia. Esta mujer vive ensimismada,
y aunque ha salido con algunos hombres, no ha querido comprometerse. Se
considera a ella misma en muchas ocasiones como una niña debido a su falta de
madurez, a su torpeza, y a esto se le suman la falta de los modales que se
esperarían de una mujer japonesa.
Por
otro lado, tenemos a Harutsuna Matsumo, a quien la protagonista siempre se
refiere como maestro. Este hombre de
setenta años resulta todo lo contrario a Tsukiko, pues se nos presenta con
mucha elegancia y sabiduría. Es claro el contraste entre ambos personajes, pues
los dos representan visiones y tiempos diferentes del mismo Japón que logran
conectarse y conciliar.
Aunque
la relación entre un hombre viejo y una mujer más joven parezca un cliché
dentro de la narrativa japonesa, esta historia resalta por su perspectiva. No
se trata de la visión del hombre que desea a la joven doncella, como puede
verse en La casa de las bellas durmientes,
sino que se da un giro y se desprende de los tintes eróticos, poniendo así a la
mujer joven deseando al hombre viejo.
Es
una novela que se enfoca en su propio tiempo presente y apenas y traza algunas
líneas sobre el pasado de los personajes que para el lector queda un poco
borroso. Sin embargo, es la relación entre los dos protagonistas la que llena
toda a novela y le da su valor. Una historia sencilla, sin muchas pretensiones
pero que aún así logra ser cautivadora.
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