Por: Paola Andrea Rodriguez Arevalo

Vacío, es la palabra clave que deja la obra, es un vacío oriental, ese que a simple vista no dice nada, pero que al acercarse, explota y diversas sensaciones salen a la luz, estas sensaciones se mueven en la obra como una ola gigante que envuelve a los personajes y que de  telón de fondo se basa en unas detalladas descripciones del paso de las estaciones.

Dando colores específicos a las situaciones y marcando un rápido paso del tiempo,  Hiromi Kawakami escribe el cielo es azul y la tierra blanca, ésta novela es traducida al castellano en 2009 y es ganadora de varios premios en su país.

La obra cuenta la historia de dos personajes, la  primera es  Tsukiko, una mujer de 38 años, ella es la que nos cuenta la historia y es el punto desde el que la escritora nos dejará ver todo lo que sucede, Tsukiko es un mujer que a lo largo de su vida ha creado un escudo con la excusa de creer no estar lista para el amor, en la obra ella vive  la incertidumbre de la espera, ansiedad y un terrible afán por no demostrar más de lo que es debido  y entrará en conflicto cuando por casualidades de la vida se encuentre con el que fue su maestro de japonés en el instituto.

El segundo personaje es un anciano con mucha vitalidad, pero que al igual que Tsukiko guarda para sí otro cúmulo de sentimientos: vulnerabilidad, añoranza y una fuerte soledad.

Tsukiko y el maestro se encuentran por casualidad en el mismo bar y tras varios encuentros, ambos se dan cuenta que tienen más en común de lo que creían y comenzará una extraña relación donde los encuentros casuales, una gran variedad gastronómica y descripciones poéticas los llevarán a acercarse cada vez más.

Recomiendo la novela porque Kawakami logra escribir una historia de amor en la que no se cuenta un amor idílico, sino que cuenta la espera de un amor y el recorrido de dos personas que tienen que deshacerse de la barreras que ellos mismos se han puesto para ser felices, no es un amor a primera vista o de esos que se dan por una atracción infinita, es un amor que los personajes construyen a través de toda la obra. 

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