Por: Sergio Gutiérrez Ordóñez
Al hablar de amor surgen muchas
posturas y variedad de visiones, se pueden llegar a hacer tratados enteros
sobre el tema y dirigir la discusión a los niveles más abstractos o
conceptuales con respecto a qué es el amor y sus manifestaciones. Cómo entonces
se pueden concentrar todas esas posibilidades alrededor de una única palabra.
Al decir “amor”, entonces, a qué nos estamos refiriendo. Quizás la respuesta
está en la experiencia individual, quizás sólo a partir del encuentro singular
pueda describirse ese sentimiento y es a esa propuesta a la que la escritora
japonesa Hiromi Kawakami invita en su novela El cielo es azul, la tierra blanca.
En una narración en la que la
protagonista y narradora, Tsukiko, una mujer cercana a los cuarenta años, se
reencuentra con uno de sus antiguos maestros del instituto, Harutsuna
Matsumoto, y experimenta un profundo enamoramiento que en ningún momento se
conceptualiza, se construye únicamente a partir de encuentros casuales y sin
cita previa en una taberna. El amor está lleno de una sutileza silenciosa que
crece de forma progresiva, pero a su vez cargado de inquietudes por parte de la
mujer, no se trata de un estado estático ni declarado sino que ella se mueve en
medio de un caudal del cual no es consciente y en el camino se tiene que
responder a sí misma si aquello que siente es o no amor.
Sin ser mencionado de forma
explícita el lector sabe, desde el primer momento, que se encuentra en una
escena amorosa y es cómplice de la transformación que lleva a Tsukiko a notar
que su vida sólo puede explicarse alrededor de sus encuentros con el maestro.
Un camino hacia el descubrimiento de sentimientos donde, a través de la
intimidad de la mujer, el lector conoce sobre su vida, su duda constante sobre
lo que siente, la imagen de sí misma como una niña al lado del maestro, su
soledad que se intensifica al alejarse de él, sus ilusiones y su necesidad por
reprimirlas… Desde la perspectiva íntima de la narradora el lector también
identifica la lejanía que existe entre ambos a nivel intelectual; se hace
evidente la incertidumbre por saber qué siente él; la imagen tan presente de la
que fue su esposa y el choque entre la visión cercana del maestro con respecto
a su muerte y la aparente indiferencia de Tsukiko sobre la propia.
Hiromi Kawakami pone de frente a
dos personajes muy lejanos en intereses, espíritu y edad pero logra construir
en una novela llena de sutileza, silencio, belleza y armonía una atmósfera que permite el acercamiento
entre ellos, no dejando de lado las dificultades del contacto sino poniendo de
manifiesto que es precisamente la experiencia particular del encuentro lo que
le carga de magia.
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El cielo es azul, la
tierra blanca de Hiromi Kawakami (Epub r1.0, editor digital: jugaor, 2013)
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