Por: Juan Camilo Urbina

“Tsugumi era una muchacha desagradable, de eso no cabe duda” Con esta frase, Maria la a protagonista de la novela Tsugumi, comienza a relatarnos la historia del último verano que vivió en su pueblo natal con sus primas Yoko y Tsugumi. Maria regresa a su pueblo gracias a una llamada de Tsugumi en la que le pide que viaje, pues llevan bastante tiempo sin verse, debido a que Maria y su familia se han mudado a Tokio.

En la novela, se evidencian constantemente las comparaciones que hace Maria entre su infancia en el hostal Yamamoto y su visita temporal. De esta manera, le muestra al lector la importancia que la vida en el pueblo, el mar y sus primas tienen en su vida, aunque de todas formas eso no signifique que su vida en Tokio sea miserable. Simplemente, para Maria, la vida real está en ese pueblo a orillas del mar y con todas las personas que lo habitan.


Maria, además de describir la fascinante forma de ser de Tsugumi, su razonamiento y su amor de verano, nos muestra también el amor fraternal en su forma más pura. Pues, aunque María y Tsugumi son primas, a lo largo de la novela podemos darnos cuenta del fuerte lazo que han ido creando con el paso de los años y las aventuras a las que se han enfrentado. Es curioso que Banana Yoshimoto, la escritora del libro, decidiera no enfocarse en una relación amorosa, como suelen hacer los escritores de la edad contemporánea, quienes se esmeran en describir el amor de pareja, y decidiera enfocarse específicamente en un amor de familia. Esta decisión le da un giro a la novela que da la sensación de que no llegaremos a ningún lado, pero todo hace parte de la delicadeza y habilidad con la que la autora maneja la información para mantener al lector en la novela.

Tsugumi es una novela que está construida de tal manera que cada palabra despierta en el lector una sensación distinta. Contiene descripciones tan detalladas y enlazadas con sentimientos que transportan al lector a vivir el momento narrado como si realmente estuviera ahí y sintiera lo que los distintos personajes sienten. Además, cada personaje esta tan bien construido que es casi imposible compararlos entre ellos: cada uno es único. Esta novela tiene una cosa distinta que ofrecerle a cada lector que decida posar su mirada entre sus líneas, de tal manera que, gracias a las reflexiones constantes a la que invita la novela, aparte de relatarse una gran historia, podrá también ser aplicada en la vida cotidiana.
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Yoshimoto, B. (2008). Tsugumi. Barcelona: Tusquets.

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