Reseña La Oculta


 Por Andrés Felipe Dussan*


Con una llamada avisando la muerte de Anita, así inicia La Oculta. La madre de la familia Ángel y heredera de la finca ubicada en las afueras de Jericó - Antioquia; llaman a Antonio, uno de sus hijos, artista homosexual que reside en Nueva York y que ahora deberá volver a Colombia y mirar qué hacer con la finca. Pero no quiero que piense que esta historia es sobre un artista neoyorkino; la muerte de la madre es tan solo una excusa que usa el autor para contarnos toda una historia sobre la violencia y el conflicto armado en Antioquia. Esta obra es un relato anecdótico sobre los actos violentos e inhumanos. Su riqueza subyace en mostrarnos eso “oculto” que tal vez no todos los escritores han querido mostrar, una realidad que afecta a las minorías, y además a los hacendados.

Los Ángel, familia hacendada y heredera de un terreno, quedan a cargo de esa tierra que como su nombre lo dice, permanece oculta. Desafortunadamente, a pesar de su condición acomodada y hacendada no pueden escapar de la violencia. Esa que todo arrasa y hace sucumbir, no sin antes dejar cicatrices a veces imborrables. A través de los personajes uno se va enterando de eso que ha permanecido escondido. Los personajes van llenando pieza a pieza ese rompecabezas que proponen al inicio. La narración de tono coloquial va quitando esa venda para mostrar lo que se esconde detrás de esa cortina de los hacendados. Me refiero a esos relatos sobre el secuestro, la extorsión, la venta forzada de propiedades, el miedo de quien debe huir para no ser asesinado. Temas que uno como lector sabe que existen, pero no le han contado a cabalidad como sí lo harán los Ángel.

A Héctor Abad Faciolince (1958-), escritor y periodista colombiano, el conflicto no le ha sido ajeno. En La Oculta, el Antioqueño construye ese relato sobre la violencia en una de las esferas sociales en Colombia. Una violencia que no solo influye en los sectores menos favorecidos, sino además en las alcurnias. Esta novela nos invita a hacer parte de una historia, pero no una historia contada en una sola voz, sino desde tres puntos de vista distintos. No obstante, sus puntos de vista difieren uno del otro, al igual que el de los afectados por la guerra. Para unos el total perdón, para otros el odio, el resentimiento el rencor, lo imperdonable. En este sentido, pienso que la apuesta de Faciolince radica en llevar al lector de la mano por un relato, que hace que él se sienta identificado con esas posiciones políticas de los afectados por la guerra. Me resulta chocante ver que hay posiciones ultra conservadoras-tradicionales como las hay liberales. En cierta medida, puede que esas posiciones lo dejen con un sabor amargo en la boca por la impotencia de los personajes frente al conflicto. Considero entonces que lo valioso de La Oculta reside en su capacidad de contarle al lector impávido, los mecanismos de operar de la guerrilla, los “paracos”; la transformación del pensamiento de una sociedad para bien o para mal; el retrato de los actores del conflicto. Faciolince entiende y es capaz de apropiarse de la manera de hablar de los paramilitares y guerrilleros. Por todo ello, la narración le sacia esas ganas a uno de saber, de enterarse de lo que no todos cuentan. Faciolince no solo incluyó esas descripciones detalladas de los atentados y las maneras de operar de los grupos armados, sino que además elaboró un relato histórico que antecede las experiencias del conflicto. Me refiero acá a la fundación de Jericó y el linaje de los Ángel. Esta extensa explicación de la fundación, considero puede prolongar innecesariamente la novela y el lector no encontrará de gran utilidad que le cuenten detalladamente la historia de un vasto grupo de gente heredera de una tierra. Aquí creo que el autor se desvió de su tema central para a través de Antonio, contar voz a voz la aburrida vida de unos campesinos con ideas de formar un nuevo mundo (Jericó). Este desvío pienso no se relaciona casi en nada con los inconvenientes familiares.             

Antonio, el único hombre de la narración, ofrece unos cortos pincelazos sobre esa guerra, está más interesado en hablarnos sobre la historia del municipio, y menos con el presente de la familia; Pilar y Eva, las hermanas, y que concuerdan conmigo, se intercambian los diálogos y detallan los desgarradores relatos de las estafas paramilitares por despojar fincas, los secuestros guerrilleros, las inmensas cantidades que exigían a las familias por sus rescates y las amenazas de muerte. Acá creo que reside uno de los puntos a favor del autor, supo darles una personalidad distinta a sus narradores, Antonio es el partidario de centro y un tanto modesto; Eva, la hija del medio, más liberada y con menos intenciones de apegarse a su finca; Pilar, la representación de lo tradicional que busca preservar la finca a como de lugar. Ellos irán contándonos los que los mueve antes y después de la muerte de Anita para salvar o vender su finca. Todas estas “anécdotas” es lo que considero lo “oculto” puesto que su narración tiene un estilo cotidiano y no sublime, el lector se siente confidente de todos los relatos. Puede que Faciolince como ya lo había hecho en El olvido que seremos, hable sobre los actos sanguinarios de los grupos insurgentes, sin embargo, en esta nueva narración tiene la facilidad no solo de narrarlos, sino además de ubicar ideologías en cada uno de esos personajes acomodados que enfrentan el desencanto de la guerra. ¿Qué hacer entonces con la finca luego de la muerte de Anita? devele leyendo La Oculta un mundo acomodado que también sufre la guerra. Tome partido y juzgue usted mismo lo que los hermanos hicieron con la finca después de la muerte de Anita.

Faciolince, Héctor Abad. (2015). La Oculta. Colombia: Alfaguara. 344 págs.

  
*Licenciado en español e inglés, Universidad Pedagógica Nacional. Actualmente docente de inglés como lengua extranjera y estudiante de la maestría en estudios literarios de la Universidad Nacional.

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