Las máscaras


Las máscaras.
Un juego del lenguaje
Reseña sobre la novela Mortajas cruzadas de Lina María Pérez
Escrita por: Diego Fernando Pérez.



Adolfo, los miles de Adolfos que hablan entre sí, que se gritan y tratan de salir según la situación lo requiera. Lafinur, un hombre con nombre inventado, que utiliza distintas máscaras o, tal vez, sólo una que varía siempre sobre la figura de Oliviana. Olviana que parece dividirse entre su lujuria y el resto de su vida. Rostros y voces confundiéndose en cada página construyendo un universo novelesco que, por lo menos a mí, logro atraparme. No digo que Mortajas Cruzadas vaya a entrar en el campo de mis libros predilectos, pero por lo menos creo que valió las horas de lectura y logró mantener mi atención fija.
Sin lugar a dudas lo más atrayente de la obra no es lo que dice. Aunque cabe aceptar que maneja temas de una manera agradable, como la hipocresía, al amor, las relaciones interpersonales y el conflicto interno de los personajes, considero que estos son importantes sólo vistos a través de la forma como construye la novela. Desde el comienzo somos testigo del cruce de voces y el cambio de narradores que nos hacen mantener nuestros oídos atentos para saber quién es el personaje que nos habla. El texto de Lina María Pérez se convierte en un juego de códigos que el lector debe descifrar. Luego, nos encontramos con la novela dentro de la novela (por muy mala que esta resulte, al fin y al cabo, eso ya es problema de Adolfo, quien la escribe) y el juego de las digresiones de los distintos personajes.
Es entonces cuando entra el vicio de teorizar y nos damos cuenta que lo que hace la autora es plantear una estructura de texto dentro de texto, de juego con la escritura, y es inevitable analizar la a través de autores, semióticos, como Barthes, Lotman o Bajtín. Pero, que no se preocupe el lector despreocupado, no quiero decir que se necesite leer Mortajas cruzadas de forma analítica o la luz de teorías, por el contario, si se puede disfrutar de forma "inocente", buen provecho. Lo que quiero decir es que lo que me resulta más destacable de la novela es la manera como la autora juega con el lector en una mezcla de "verdad" vs ficción, para lo cual se vale de elementos realmente interesantes, como la inclusión de la novela de Adolfo Valdivia dentro de la novela, sin contar también con la voz escrita de Oliviana.
Ahora bien, como ya lo mencioné, todos es un código tras código. Uno de los mayores logros de esta obra, o por lo menos de los mayores intentos, es lograr fusionar distintas voces a partir del manejo del lenguaje. El cambio en narrador, el paso de primera a segunda persona y de segunda a tercera, ayudan a dar veracidad al cambio de perspectivas que propone la autora. Y claro, es entonces cuando toman forma las reflexiones de las múltiples caras, de las máscaras que cubren nuestra sociedad (y, además, el juego de los crucigramas que mantiene siempre Oliviana) La forma en función de la idea narrativa, ese podría ser el centro de la cuestión.
Pero no hay que ser completamente laudatorios. Si bien es interesante lo que propone Pérez, cabe señalar que en varias ocasiones falla su juego narrativo. Los cambios de voces pareciese que se convirtieran en algo arbitrario, sobre todo en los fragmentos de Adolfo, que hacen que se pase del gusto de encontrar una narración bien lograda a sentir desagrado por el choque abrupto del lenguaje, que, por demás, es a veces poco claro.
Es importante señalar la forma vertiginosa con que acudimos al final de la novela. Por supuesto, no soy de los lectores que piden que todos los cabos queden perfectamente atados, se entiende que muchos elementos son simplemente parte del universo narrativo que propone la autora. Pero tampoco estoy de acuerdo a que en cincuenta páginas se terminen todos los elementos de la trama a partir de eventos que parecen haber sido insertos sólo con el fin de terminarla. Sólo digamos que no es un desarrollo natural. Pero claro, como ya lo dije, la temática de la novela no es algo que me resulte realmente atrayente. A veces, la autora cae en figuras comunes, de las que parece huir, a la vez que le falta explotar más los elementos interesantes. Por ejemplo, dar mayor fuerza y veracidad a las voces que hablan, el asunto de situar la novela de Adolfo dentro de la suya, sin duda hubiese alimentado los juegos narrativos pero siento que se quedo en la simple excusa de uno de sus protagonistas para acercarse a una mujer que le parecía interesante.
En fin, cada lector con su cuento, o mejor decir novela y que cada cual opine lo que le parezca. Me basta con decir que esta novela, por lo menos, vale la pena ser leída; más allá de que al final se pueda decir que gustó o no se va a llegar hasta el final, eso es casi seguro. Además, vale el esfuerzo por crear novela experimental, por jugar con el lenguaje y con el lector, escapar de la narrativa lineal en donde lo importante es contar hechos impactantes dejando relegada la buena escritura.

Comentarios

que buen blog ¿Donde puedo contactarlos?
NTC dijo…
Buen blog. Felicitaciones! Los tres textos que publicaron sobre la novela "Mortajas cruzadas" los linkiamos en: http://ntc-narrativa.blogspot.com/2009_02_14_archive.html
Cordialmente, NTC ... http://ntcblog.blogspot.com/ , ntcgra@gmail.com

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