Contar el horror
Contar el horror
En segundos, comprendí todo a la perfección: Ellos habían sabido todo el tiempo que teníamos rehenes y no les importaba. Los habían escuchado gritando en las escaleras. Habían oído sus quejas, sus nombres, sus súplicas, y se estaban haciendo los sordos. Querían matarnos, así los rehenes murieran también. (pág. 103)
En la novela Mañana no te presentes, Marta Orrantia recrea la dolorosa historia de Yolanda: una mujer que perteneció al M-19 y participó en la Toma del Palacio de Justicia en 1985. La historia se desarrolla, en su mayoría, en el interior del Palacio. Allí se narran los momentos vividos minuto a minuto y se describe el sufrimiento tanto de secretarias, magistrados y otros empleados del palacio, como de los guerrilleros que participaron en la toma. La obra logra hacernos volver sobre cuestiones como ¿quién perdió realmente ese seis de noviembre de 1985? y ¿Por qué hoy, 32 años después, la herida sigue abierta en la memoria colectiva del país?
La autora decide contar la Toma del Palacio de Justicia desde la voz de Yolanda, que es víctima y victimaria, decide también apostar por la historia de horror vivida dentro del Palacio y no por justificar ni juzgar a los victimarios, pero sí deja en evidencia que hubo varios entes responsables que se inclinaron, cada uno, por sus intereses y no por la vida de quienes estaban dentro del Palacio de Justicia. Lo singular en Mañana no te presentes es que Orrantia no toma partido por ninguno de ellos, no hace más responsable a uno que a otro, sino que mantiene una posición neutral y como afirma Mauricio Vargas, apuesta solamente “entre cruces de aplastantes frases y balazos asesinos, por el partido del alma de quienes aquí viven y mueren”.
Algo que llamó mi atención cuando leí Mañana no te presentes fue el horror descrito por Orrantia, esas escenas intensas y dolorosas que a primera vista parecen inverosímiles, pero que son el reflejo de lo que Colombia ha vivido durante años. Podría decir que como lectora viví un momento de incredulidad, pero enseguida noté que este efecto es tal vez, el que quiso generar Orrantia en sus lectores, y lo logra al usar la ficción para representar lo atroz.
Por otra parte, siento que en la novela la autora se arriesga a utilizar un lenguaje sencillo, cotidiano, lo que a mi manera de ver da la posibilidad de ser leída por todo tipo de público y de sacar del olvido las posibles historias de quienes fueron víctimas en esta masacre, historias que no son contadas por la historia oficial y que la literatura tiene la posibilidad y la libertad de explorar.
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Orrantia, M. (2016). Mañana no te presentes. Primera edición, Literatura Random House.
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