Entrevista a Carlos Flaminio Rivera

Carlos Rivera es autor del libro El arbol imaginado  reseñado en Mohan.

Hoy no hay almuerzo, corriendo salgo de mi trabajo y en la hora acordada voy hacia el stand del Líbano, pabellón 6 segundo piso. Esa mañana conocí a Don Carlos, ya lo había contactado a través de correo y amablemente quedamos en vernos en la 24ª Feria Internacional del Libro de Bogotá, pero esa mañana, él, llegó hasta el stand donde transcurrían mis días y me explicó que no había mucho tiempo para vernos, así que el día era ese.  Como pude conseguí una grabadora y repetí mentalmente las preguntas que de su libro El árbol imaginado me habían rondado durante días. Solo con un par de saludos, y una corta explicación acerca del contenido de la entrevista, iniciamos:


Andrés Roldán: Su novela El árbol imaginado fue publicada a través de la Biblioteca Libanense de Cultura (BLDC en adelante), que según entiendo es un proyecto editorial de carácter institucional y regional, ¿qué relación tiene usted con este proyecto?

Carlos Flaminio Rivera: Bueno, La BLDC es un proyecto que nació en el Líbano Tolima hace aproximadamente unos ocho años y cuyo fin inicial era promover, incentivar la producción literaria en el Líbano, promover su lectura y además difundir toda una serie de escritores muy reconocidos que tenia el Líbano y de intelectuales no solamente a nivel del municipio, ni de región, sino a nivel nacional, para tal efecto, entonces comenzamos a reconstruir una idea que teníamos desde hacia muchos días y complementarla con el hecho de participar en la Feria Internacional del Libro como único municipio de Colombia, y como única ciudad, porque actualmente, si usted se da cuenta, solamente participa Bogotá como ciudad y el Líbano, de resto es el departamento del Tolima, el departamento de Risaralda, el departamento de Caldas, no vienen ciudades y eso ha sido una norma que ha prevalecido en la feria, solo el municipio del Líbano participa como ciudad o como municipio.

Logramos que se hiciera un acuerdo con el consejo municipal. El Líbano tiene una tradición intelectual desde hace muchos años, desde su fundación, entonces ha sido un municipio en donde, por ejemplo, se realizó la primera emancipación socialista en América, que fue en 1929, para ello un historiador que hoy maneja el instituto de estudios políticos de la Nacional, Gonzalo Sánchez, escribió un libro que se llama Los bolcheviques del Líbano y ha desarrollado toda una serie de investigaciones a partir de ese hecho y es quizá uno de los municipios de Colombia más estudiados socioeconómica y culturalmente, este empuje de intelectuales nos forzó a crear la BLDC, hacer presencia en la Feria Internacional del Libro y a publicarlos, desde hace 7 años nosotros ya hacemos parte del evento ferial y desde hace 7 años nosotros tenemos 39 títulos que hemos lanzado en la BLDC, vienen de historia, de economía, tenemos tres colecciones hoy, la colección “Biblioteca Libanense de Cultura” que no es solamente para autores libanenses, sino para autores de talla mundial, hoy tenemos otra colección que se llama “Colección Musgonía Doble Fondo iv” que recopila poetas latinoamericanos y poetas colombianos, es una serie muy bonita que la iniciamos hace tres años con Juan Manuel Roca y Jorge Bocanegra de Argentina en el numero I, el numero II es Santiago Mutis Duran de Colombia y Marco Antonio Campos de México, el numero III es Juan Caseilla de Venezuela y Rómulo Bustos de Colombia, el numero IV, se lanza este año en la feria, es Kenia Cano, una poetiza mexicana y Nelson Romero Guzmán, esa es la colección Musgonía, también tenemos una colección que se llama “Cuadernos de” pero en donde manejamos ya la parte académica, tenemos tesis laureadas, investigaciones y de ahí hace parte este libro que vamos a lanzar en la feria, Aproximaciones a una valoración de la literatura latinoamericana, ensayistas contemporáneos son 21 ensayistas, entre los que se destacan, Fernando Cruz Kronfly, Cristo Rafael Figueroa, María Mercedes Jaramillo, Betty Osorio… es decir de todo el país se presentan autores en este libro. Al tener un respaldo oficial, que es un acuerdo del consejo, nosotros tenemos que estar en la feria y tenemos que editar libros, publicarlos, entonces nos obliga a que haya un trabajo continuo, la idea de la biblioteca surgió, yo la he venido desarrollando, soy el responsable de esta idea y estoy siempre en la feria en el stand del Líbano desde que empezamos a venir, yo soy el que manejo el stand y coordino todos estos eventos y manejo prácticamente la parte literaria de todo el proyecto cultural del Líbano, ya que soy director de la casa de cultura del municipio.

A. R. : Si la biblioteca Libanense de cultura es un proyecto institucional ligado a procesos con dineros públicos, ¿cómo se desarrollan los procesos editoriales?

C. F. R.: Bueno, en la BLDC, inicialmente los procesos editoriales parten de escritores libanenses, ya muy reconocidos, les publicamos obras inéditas, recuperamos algunos textos que se quedaron en primeras ediciones y son valiosos y posteriormente hacemos una selección, con un comité editorial, que esta aquí en Bogotá una parte y otra parte en el Líbano, es un comité editorial de lujo, para por ejemplo la colección Musgonía de ese comité editorial hacen parte Juan Manuel Roca, Santiago Mutis Duran, nuestros dos primero poetas que estuvieron en la publicación, Celedonio Orjuela Duarte y yo, para la parte de los autores de la región o locales, por supuesto entra el alcalde, el secretario de educación de turno, yo soy el director de la casa de la cultura Luis Flórez del Líbano, entonces hago parte del proyecto cultural de nuestro municipio y soy quien selecciona, digamos los textos, ya de escritores reconocidos porque los conozco dese hace mucho tiempo, yo soy escritor, tengo ya publicados siete libros, entonces eso me facilita la posibilidad de mirar textos y de escritores, mirar que sirve para publicar. Nuestros libros se editan en Bogotá el corrector de textos esta dentro de la editorial, buscamos dar una buena calidad de libros, como usted lo ve son libros muy buenos en diseño, diagramación, calidad del papel, todo, nuestro impresor, también esta aquí en Bogotá porque pensamos que es donde podemos garantizar una mejor calidad de libro, una mejor diagramación y hacemos nuestro trabajo aquí en Bogotá.

A. R.: ¿Qué tal ha sido este año la participación en la Feria?


C. F. R.: Estamos en el mismo sitio del año pasado, de los años anteriores, tenemos un stand doble, creo que esta feria… heee tiene que estar… las directivas de Coorferias deberían reconsiderar un poco lo que esta sucediendo en la feria, porque no es solamente con el stand del Líbano, sino con la Feria Internacional del Libro en general, tanto la Cámara Colombiana del Libro como Coorferias tienen que replantearse muchas cosas, hoy por ejemplo, usted puede ver, ya vamos mas de la mitad de la feria, aparentemente no ha despegado, muy poca gente, estamos en el pabellón seis segundo piso, es el pabellón de los olvidados, la mitad de este pabellón lo llenaron de fuerza publica, policía, no se había visto esto antes. Cuando nosotros empezamos a venir a la feria, se motivaba mucho a las regiones, había el día de todos los departamentos, hoy los departamentos ni participan porque no hay motivación, me parece que la literatura regional es fundamental, quizá más que la literatura comercial, se le ha dado mucho énfasis a las grandes editoriales, que son las que mantienen en el primer piso, a esos proyectos económicos antes que literarios, sacrificando los proyectos literarios colombianos como son los de las regiones, proyectos como el de nosotros y a los cuales nos mantienen olvidados los medios, la misma organización, entonces esto resulta triste, todos los escritores se quejan, en el stand del Líbano vienen los escritores, aquí se sientan, no hay un sitio de reunión de escritores, no hay un sitio donde se puedan juntar el de la provincia, el visitante, el de la ciudad, el bogotano a intercambiar, no hay un sitio donde conocerse con el gremio, además los escritores invitados a la feria son de media panela (llamémoslo así) no hay invitados que jalonen, que estén bien, que llamen la atención, cómo no pueden traer a un gran escritor, categoría mundial, para que motive la entrada a la feria, hay que bajarle el precio a la feria también, porque 8.000 pesos y los libros bien caros, me parece que es una cosa para reconsiderar. Pero en general nos ha ido bien, esto es un proyecto novedoso que tiene acogida, además nuestro propósito es difundir la BLDC, nuestro proyecto es de promoción antes que de venta, entonces en ese sentido nos ha ido muy bien.

A. R.: Solo conozco su ultima novela El árbol imaginado (y me gustó mucho) pero sé que hay mas libros suyos publicados. ¿Dónde y como se consiguen?


C. F. R.: Mi obra se inicia precisamente en la Universidad Nacional, allí en extensión cultural yo estudiaba veterinaria y ahí mismo estaba Cesar Valencia Solanilla haciendo un taller de creación literaria, me inicie allí, posteriormente viaje a mi pueblo, el Líbano Tolima, y ahí comencé a hacer mi obra, empecé con unos cuentos, mi primer libro me lo publicó la cooperativa editorial Magisterio se llama Sin puntos sobre las ies se consigue en cualquier librería de editorial magisterio, el segundo un libro también de cuentos breves, como el primero, que se llama Cruentos y adioses también publicado por la editorial Magisterio, posteriormente Panamericana me publicó un libro de cuentos también, se llama La mirada sumergida y otros cuentos en el tiempo luego ya vino una novela que hace parte, quizá, del primer capitulo de una novela mas extensa que creo puedo publicar el año entrante, esa novela se llamo Las horas muertas y vino con otro libro de cuentos que se llamo Sudor de sueños y otros textos publicado por corporación Úrica los que organizan el Festival Internacional de Poesía Ciudad de Bogotá, luego, dentro de la colección “50 Novelas Colombianas” que hizo Pijao Editores, ellos me publicaron una novela que se llama La cita que es, digamos, el capitulo final de la novela que quiero publicar el año entrante, que recoge estas dos novelas breves mías y donde toco el tema del narcotráfico, pero así como sucede en el árbol imaginado, en La cita también hay una intención de mirar de manera renovada la historia, de renovar el modo de contar, La cita hace parte de eso, no se apropia, digamos, de la jerga sicariesca, ni de lo escatológico, sino mas bien de un lenguaje un poco más poético para contar esta realidad colombiana sin, por supuesto, quitarle toda la crueldad que tiene ¿no? Entonces los invito a que lean esto y esas son mis obras antes de llegar a El árbol imaginado que es mi primera novel histórica, llamémosla así,  que fue editada el año pasado 2010 por la BLDC.

A. R.: Menos mal me habla de novela histórica porque por ahí vamos a seguir, ya que su novela me pareció una increíble confluencia de muchas cosas, pero dentro de las cuales los hechos y personajes históricos son una de las más importantes, ¿Cómo realizo la investigación histórica, que creo necesaria, para una obra de estas características? ¿Se apego a la disciplina histórica o no?


C. F. R.: Claro, había leído Historia y no me había gustado mucho lo que había leído, había leído, por ejemplo, los diarios de Mutis y me pareció que nadie rescataba el carácter erótico que se le podía sacar a cosas tan insulsas, había leído también sobre la ilustración y no sé que paso con la ilustración en Colombia, había leído sobre la ciencia nativa, no sé que había sucedido con eso,  había leído sobre historia de mi región y no había nada que tratara sobre lo precolombino, entonces, quise hacer, rescatar un poco todas estas cosas por las cuales me preocupaba y había encontrado muchos vacios, entonces al hacer la investigación todo partió de una imagen, de un árbol, un árbol que no es nativo, que es muy común aquí en Bogotá, que es el Urapan, que es chino, que bota sus hojas en julio, entonces quedan los chamizos, pero había una brómelia florecida ahí y ese contraste me llamo la atención, un árbol no nativo, una brómelia floreciendo hermosamente en un fondo azul claro y quise escribir eso, qué significaban los españoles aquí y lo que habían hecho, lo que no habían hecho, nuestra emancipación y de cómo se hubiera podido dar a partir del conocimiento y cómo habían otras formas de emancipación, como los folletos lascivos, como la emancipación de la carne para llegar a subvertir el orden y cómo hacerlo poético, que es un abordaje que me parece valido y pienso que hay muchos muchos escritores actuales, muy nombrados, que reescriben la Historia, es decir, cogen a Juan de Castellanos y hacen otra versión de Juan de Castellanos, cogen, por ejemplo, las crónicas de Robledo y reelaboran otra ves las crónicas de Robledo con su lenguaje, pero no aportan nada, lo mío pues lo que ha querido hacer es reescribir desde puntos desde los que no se había hecho e inventar cosas, mitos, el mito de Mineima es una reinvención… una invención no una reinvención.

A. R.: Hablando de reinvención y reescritura acerca de la disciplina Histórica, ¿es consiente del alto nivel irónico de su novela?


C. F. R.: ¡Claro! Además es una novela que obliga a pensar ciertas cosas desde la caratula, usted ve la caratula y es El árbol imaginado, y hay tres hojas abajo y es blanca, es decir ahí prácticamente de entrada es poético y hay que imaginar el árbol y qué es el árbol y es, quizá, esa posible emancipación a través del conocimiento que no logramos y que nos podría haber llevado a otro sitio, a otras ramas, a dar otros frutos, pero sí, es todo eso, es coger la sensualidad, tocar el homosexualismo de una manera poética y no vulgar, hablar acerca de todos estos hombres que vinieron casi sin mujeres, escasos de mujeres aquí y por qué no, un español se puede enamorar de una nativo, bueno, todo este tipo de cosas… la novela esta llena de elementos, quizá hay demasiados, pero es eso, porque es que los españoles con eso se encontraron, una frondosidad de cosas que no supieron explicárselas, entonces la novela hace algo de eso.

A. R.: En su novela se desarrolla una escena increíble en la que un español (uno de los protagonistas) mira con deseo a un nativo, a la vez que lee los diarios de Mutis, la confluencia de los pensamientos lascivos del español con los fragmentos descriptivos del herbolario crean una atmosfera erótica impresionante, ¿los fragmentos del diario de Mutis, son tomados del diario histórico?¿se encuentran esas descripciones tan sensuales en sus diarios?


C. F. R.: ¡Sí! Ahí esta el encomillado, el personaje recuerda eso y mire lo eróticos que son y Ud. lee un diario de Mutis y no ve eso, entonces es rescatar también ese tipo de escritura, ese tipo de diario, que para todo el mundo, dirán, que es jarto leerlo pero mire como tienen una carga erótica manifiesta y yo trato de rescatar eso y pues el personaje de la novela también.

A. R.: Saliéndonos del género de la novela histórica, hablemos de otros posibles géneros de su novela, por ejemplo del género de misterio por excelencia, el thriller. Ya que en su novela se desarrolla una trama de suspenso y ya que los personajes principales son herbolarios, ¿podríamos decir que su novela es un thriller de suspenso con una trama de herbolarios? ¿No le parece irónico? porque los thrillers se hacen normalmente sobre detectives u otra clase de personajes relacionados con el peligro.


C. F. R.: Uno al abordar la creación de una novela tiene que apropiarse de muchos elementos, dentro de esos, en esta novela en particular, sí hay un suspenso, hay una media trama ahí que trata, intenta pues, de coger… de acoger al lector y transcurre, pero igual, no le doy mucho énfasis, la dejo ahí de una manera marcada, pero muy sutil, porque me parece, a mí, que había que darle más importancia a otras cosas, pero hay muchos elementos en esta novela que rescatar, uno es ese, esta el hecho de que algo va a pasar con Mutis y no se sabe si paso o no paso, realmente al lector le dejo la reconstrucción de la historia, que él ya la conoce, yo solamente, planteo ahí, algunos asuntos, la Historia ya se dio, ir a tratar de modificarla pues me parece que seria un despropósito.

A. R.: Su novela no modifica la Historia de la emancipación colombiana, pero por otro lado, los mitos prehispánicos y las leyendas fundacionales del territorio del Líbano, sí me parecen que están modificados, ¿hay reelaboración de ese material mítico?


C. F. R.: Pues no hay una reelaboración, porque realmente yo no los reescribo ni nada, ese mito me toco inventarlo a partir de las lecturas que hice, porque en la investigación me di cuenta que el imaginario del Tolima es un imaginario equivocado, errado, por ejemplo, en el Tolima, al sur y al centro, en Ibagué sobre todo, tienen, constituyen al Mohán, que no es un personaje mítico, sino de leyenda, al Mohán como un personaje de identidad y el Mohán es una deidad africana, ni siquiera es aborigen, entonces ha faltado un rigor en el departamento y en otros, porque el Mohán es una deidad casi que también del Huila, para aclarar eso. Se habla mucho de los Pijaos, cuando los Pijaos fueron, en la primera guerra de exterminio que hubo en este continente, exterminados completamente por los españoles y por dos tribus, en unas crónicas que narra Juan de Borja entre otros, los Natagaimas y Collaimas que se unieron a los españoles y los exterminaron, una guerra de arrasamiento que hubo en esta región, de quemas de cultivos, de mortandad de animales para evitar que ellos comieran, de descuartizamiento, de colgamientos y también de apropiación porque los Natagaimas y Collaimas de esas tierras que fueron, donde ya no había ningún Pijao y que fueron de los Pijaos, ellos se apropiaron de esas tierras, entonces pensar que somos descendientes de los Pijaos o que hay descendientes de los Pijaos, me parece que es errado, eso es un imaginario que no se debería tener y claro que esto es doloroso, porque han construido muchas cosas a partir de eso, como del Mohán, entonces, esos imaginarios errados, me parece a mí que había que reconstruir ciertas leyendas, sobre todo en el norte, que no se había visto nada.

Los Colimas tienen un mito muy bonito que se origina, precisamente, en la Sierra Nevada de Cartago, que es hoy el Nevado del Ruiz, y ahí es donde yo construyo, porque realmente el mito que manejo ahí no es una reelaboración sino que elaboro ese mito a partir de las leyendas que recogí de los Colimas, de los Muzos que están frente, al otro lado de la cordillera, en la cordillera central, o en la cordillera oriental pero en la vertiente occidental o sea la que mira hacia el Nevado del Ruiz, entonces hay un mito muy hermosos sobre los Colimas y sobre la creación del mundo que se origina ahí, en el Nevado del Ruiz, yo no lo toco pero me pareció fundamental para la novela construir un mito original y también recoger algo que, en la época de la Colonia, la iglesia había tratado de difundir en muchos clérigos, y era que el paraíso terrenal estaba en América, yo le hago una ubicación y explico porque y nombro a un cura Julián que fue uno de los que dijo eso, es decir, son historias perdidas que yo recojo y reconstruyo ahí sí reelaboro pero, muchas de las cosas, lo que no esta encomillado ahí, definitivamente, ha sido creación.

A. R.: Don Carlos, su novela esta escrita en capítulos cortos de los cuales uno de cada tres es un poema, y la relación entre estos poemas cortos y las imágenes que se suceden en la novela poseen un evidente sentido poético, además que su escritura, su prosa, se nota muy cuidada, ¿por qué elegir, hoy en día, la prosa poética? ¿es parte de su estilo como escritor?


C. F. R.: Lo que pasa es que a la literatura la están sinverguenciando, ya cualquiera que escribe con un estado emocional intenso, lo que le salga piensa que es poesía y además ahora como se puede publicar cualquier cosa y cualquier bolsillo ya publica cosas. Yo pienso que hay que marcar una diferencia entre la literatura y el resto de cosas escritas, la literatura no es para todo el mundo, la literatura hace parte de un estadio superior de la escritura, yo siempre he hecho la comparación entre el agua y el vino, el agua es inolora, incolora, insabora, todo el mundo la toma, todo el mundo la degusta, a todo el mundo le hace bien, pero ya cuando entra el vino hay un mediador cultural, y es que el vino tiene un color, un origen, una sepa, un sabor, una intensidad, una degustación, un conocimiento, la literatura necesita un mediador cultural para apreciarse, entonces ahora, estamos viendo muchos escritores, unos se acogen a la jerga sicariesca, al hiperrealismo para escribir y para fundamentar la literatura en eso, entonces me parece que la literatura es un proceso de creación, de elaboración y es un proceso sublime, eso no es de facilidad, se nota en la novela el trabajo y se nota que es poético, yo digo que no es poético, es literatura, es esa la diferencia, ahora quieren arrinconar a la literatura solo en la poesía, porque pues ya, desgraciadamente, el periodismo esta como abarcando ese… dando unas pisadas, adentrándose en el terreno de lo literario y los periodistas tienen, pues, mucha mas voz en los medios que los escritores, entonces ellos quieren ya darle la calidad de literatura a todo texto escrito.

A. R.: Esta novela la conocí en una biblioteca pública de aquí de Bogotá, y según entendí cuando charlamos ud. no tenía idea de que su libro estuviera en bibliotecas, don Carlos ¿tiene ud. noticias acerca del destino y de la recepción de su propia novela?


C. F. R.: Para mi fue una sorpresa, estos son unas publicaciones apenas de quinientos ejemplares, aquí hay una red de bibliotecas que compra libros, en el stand del Líbano vienen y los compran, me parece entonces que es una labor fundamental, sobre todo porque pues, como ud. ve, esta novela no tiene la difusión en los medios como otras novelas y bueno ya ud. la valórala frente a esas otras novelas que los medios, o los proyectos editoriales, quieren llevar al publico, pero bueno, falta ver si tienen la calidad necesaria o el merito que se merecen, pero el trabajo que están haciendo la red de bibliotecas, el trabajo que están haciendo estas instituciones me parce fundamental y para la muestra un botón, cómo aquí en Bogotá conocen mi libro a través de una biblioteca, que seria el lugar natural para conocer los libros, y no las grandes estrategias editoriales, ni medios de comunicación.

A. R.: Bueno, muchas gracias don Carlos por la atención.


C. F. R.: Bueno, muchas gracias a usted, Andrés.

Comentarios

Qué bueno encontrar estar entrevista de Carlos Flaminio Rivera, precisamente ayer terminé de leer la novela El árbol imaginado. Quedé gratamente sorprendida, me encantó el manejo del tiempo, la variación de los estilos de escritura, la poesía que tiene la novela y los poemas...
Es en verdad una obra muy bien lograda.
Además de la presentación, impecable, muy bella y muy cuidada edición.
Precisamente estaba hablando con un amigo sobre Flaminio y su trabajo en la Casa de la Cultura de El Líbano y de la Biblioteca Libaniense de Cultura.
Le prestaré el libro para que lo lea.
Abrazo y felicitaciones.
Gracias Andrés por hacer la entrevista.
Atentamente,
Ana María
Hola
Una idea que cabe destacar en esta entrevista es "aquí en Bogotá conocen mi libro a través de una biblioteca, que seria el lugar natural para conocer los libros, y no las grandes estrategias editoriales, ni medios de comunicación". Es cierto, las personas que leemos vamos a las bibliotecas por eso la Red de bibliotecas tienen un gran acierto en recibir los libros. Es por esto que yo insisto siempre en recomendarles a los escritores que lleven sus libros recién editados a las bibliotecas, allí siempre hay lectores sedientos de textos nuevos y estos los comunican a otros y así esa es la manera natural de conocer los escritores contemporáneos...
Abrazo,
Ana María - Penélope
Definitivamente el trabajo que hace Carlos Flaminio desde su posición en la Casa de la Cultura a veces pasa desapercibido, pero adelante viejo no desfallezca que día a día hay más gente que entiende su labor y desde la sombra le hace fuercita

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