Novela escrita para mujeres que orinan Chanel No. 5

Pérez, Lina María. Mortajas cruzadas. Bogotá: Seix Barral, 2008. 

Por Kevin Sedeño Guillén


¿La escritura de buenos cuentos conduce inevitablemente a la escritura de una buena novela? La experiencia de algunos de los más grandes narradores de todos los tiempos ha hecho pensar que la escritura de una novela es muchas veces el resultado de una continua y prolongada escritura de buenos cuentos. Sin embargo, para desequilibrar este axioma no escrito está, por ejemplo, la experiencia de Jorge Luis Borges, quien nunca condujo su maestría en la escritura de relatos al denominado género mayor.

La escritora bogotana Lina María Pérez (1949) ganó en 1999 el Premio Internacional de Cuentos Juan Rulfo de Radio Internacional de Francia en la modalidad de género negro con su cuento “Silencio de neón”. Un año después su cuento “Sonata en mí” obtuvo el primer lugar en el Concurso Nacional de Cuento Pedro Gómez Valderrama, convocado por la Biblioteca Gabriel Turbay y el Instituto Municipal de Cultura de Bucaramanga y en el 2003 “Bolero para una noche de tango”, el XXXII Premio Internacional de Cuentos Ignacio Aldecoa, en España. Por esas fechas publicaría también: Cuentos sin antifaz (Arango Editores, 2002, cuentos), Vladimir Nabokov: A la sombra de una nínfula (Panamericana Editorial, 2004, biografía), el cuento infantil Martín Tominejo (Panamericana Editorial, 2006) y Cuentos punzantes (Panamericana Editorial, 2006). Su obra conocida hasta entonces hizo afirmar a la profesora Helena Araujo que: “Pese a su afición por el «Romanticismo negro» y a desenlaces que parecen tan sorpresivos como inverosímiles, su discurso riguroso y transparente la instala en las más promisorias vanguardias”.

Las habilidades narrativas largamente desarrolladas en la escritura de cuentos por Lina María Pérez la han conducido a la publicación de Mortajas cruzadas (Seix Barral, 2008), su primera novela que ve la luz. Esta novela constituye un texto bien estructurado que se deja leer hasta su final, en el que alternan las voces de Oliviana, estudiante de Sociología de la Universidad Nacional con interés por la literatura y Adolfo, escritor que, luego de publicar una novela aclamada por la crítica, parece haberse volcado a un profundo marasmo creativo, quienes se unen en torno a una investigación sobre las costumbres funerarias en Bogotá, que debía conducir a este último a la escritura de su próxima novela. La investigación, que no es más que una disculpa de Adolfo para llevarse a la cama a la joven, conduce a una forzada trama que además de presentar numerosos velatorios en las más encopetadas funerarias de la ciudad, los encuentros sexuales de Oliviana con un joven guerrillero guajiro, el asesinato de un conocido editor homosexual, una inconexa historia sobre robos en funerarias y otras innumerables peripecias, se alterna a su vez con una novela dentro de la novela, también titulada Mortajas cruzadas, que va escribiendo cada cierto número de capítulos el personaje de Adolfo y que compite en inverosimilitud con la novela de Lina María Pérez.

Intentemos reformular la cuestión que da inicio a esta reflexión y preguntémonos entonces cómo puede una supuesta buena cuentista terminar escribiendo una mala novela...

Comentarios

NTC dijo…
Buen blog. Felicitaciones! Los tres textos que publicaron sobre la novela "Mortajas cruzadas" los linkiamos en: http://ntc-narrativa.blogspot.com/2009_02_14_archive.html
Cordialmente, NTC ... http://ntcblog.blogspot.com/ , ntcgra@gmail.com

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