Sobre la vida, la muerte y la memoria en la novela La risa del cuervo de Álvaro Miranda


Por Angie T. Merchancano G.

“…su nombre ya nadie lo recordaba.
Ningún pardo sabía de quién era aquel cráneo
que según algunos, estaba colgado desde la misma fundación de la ciudad.”
La risa del cuervo – Álvaro Miranda

La obra de Álvaro miranda, La risa del cuervo, logra unir dos cosas que parecieran antónimas: la vida y la muerte, mostrando así que la una hace parte vital de la otra; es más, pareciera que no se estuviera hablando de situaciones muy distintas, porque en esta novela podemos apreciar que no hay una línea que separe la una de la otra, como si se siguiera viviendo aún después  de morir o como si nunca se hubiera estado muerto.

Esta novela está escrita con un lenguaje poético y utiliza un juego de anacronismos, que hacen que el lector no pueda prever nada respecto al curso de la historia, acude también al uso de simbolismos que, en últimas, serán los que entrelacen los relatos. Dentro de la trama podemos encontrar personajes que en realidad existieron y que fueron sumamente importantes para la historia de la independencia de América. José Félix Ribas y Manuelita Sáenz; el primero, prócer de la independencia y tío político del libertador Simón Bolívar, asesinado por Francisco Tomás Morales; y la segunda, considerada una heroína en la emancipación de Suramérica, quien murió en Perú a causa de una enfermedad. Con estos dos personajes, Álvaro Miranda desarrolla el argumento de esta historia, donde relata las situaciones en las que se ven envueltos después de fallecidos, mostrando así que ellos no son conscientes de aquello que les ha ocurrido que es la muerte.

Miranda utiliza una serie de hechos imaginarios para retratar esta cuestión humana, haciéndola ver como un hecho netamente real que hace parte de nuestra vida, donde los personajes no son conscientes de la implicación de haber fallecido. El momento en el que realmente Ribas es consciente de su muerte es cuando las personas del pueblo comienzan a olvidarse de él, no durante su fusilamiento y decapitación; para Sáenz, su muerte se debate entre olvidos y recuerdos, entre flores y ese inmenso mar donde su cuerpo poco a poco se deteriora.

Álvaro Miranda
Obra nos hace ver como la vida está simbolizada dentro de la memoria de una persona y como sus recuerdos son los que, en realidad, mantienen vivo a alguien. También se puede apreciar como estos héroes son reducidos a un hecho completamente natural de cualquier ser humano, dejando su grandeza en eso, el fallecimiento. El autor logra abordar este tema de una manera muy poética, mostrando belleza dentro de la crudeza de los hechos narrados. Lo que Miranda logra en esta novela es digno de admirar, puesto que se refiere a un tema que nos toca a todos, porque es un hecho inevitable para los seres humanos. Miranda me deja entonces, y posiblemente también a otros lectores, el cuestionamiento sobre cuál es el momento en el que los seres humanos realmente fallecemos, ¿morimos a la par de nuestro cuerpo o a la par del recuerdo que dejamos sembrado en alguien más?


                                                                                                   
Miranda, A., (1992). La Riza del Cuervo. Faro del Tiempo.

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