Entrevista a Daniel Ángel sobre su novela El último lector de Bukowski


Por Santiago Gómez Castañeda*



Santiago Gómez Castañeda: A su modo de ver y de haber escrito la novela El último lector de Bukowki, ¿sería posible entenderla dentro del género de novela negra, detectivesca o policial? Si es así, ¿por qué?
Daniel Ángel: Es posible entenderla dentro del género negro, pues es un libro que ata cabos, sigue pistas, sin embargo, creo que todos los libros buscan el descubrimiento de las rupturas de los universos morales de los personajes, es decir, los libros dan cuenta de cómo se transforman los mundos ordinarios de los personajes a partir de sucesos que se concadenan. Por otro lado, esta novela se aleja también del género negro ya que su personaje principal, Jack, no es un arquetipo de investigador. Quizás este personaje sí indaga y se mueve en mundos, más o menos lóbregos, como los que regularmente se describen en las novelas negras, pero Jack entra en esta vorágine de acontecimientos de manera fortuita, no es un hombre cultivado para dichos fines. Y las novelas de género, son justamente de género porque cumplen con una serie de características que las hace posibles de calificación taxonómica.
SGC: Existe un gran marco de intertextualidad y referencias en la obra no solo con respecto a las obras de Bukowski, sino también con muchos autores de la literatura y de otras artes como la música y la pintura. Cuénteme: ¿Qué tipo de relación tiene la novela El último lector de Bukowski con las obras referidas en ella? Es decir, mi pregunta apunta un poco a: ¿Sería posible decir que El último lector de Bukowski se inscribe en alguna filosofía poética particular? ¿Tal vez en relación con renunciar a la belleza de lo exterior a fin de embellecer el espíritu?
DÁ: Esta novela hace parte de un proceso de deconstrucción, no solo de las temporalidades narrativas consumadas hasta ahora en la narrativa colombiana (aunque se ha hecho con mayor rigor en otros libros), o con su apuesta polifónica donde varios narradores apuntan desde sus focos un mismo acontecimiento, sino de una propuesta moral que abarca la transvaloración de los valores que enuncia Nietzsche, hasta la estética de lo abominable que instauran los simbolistas franceses. Con esto quiero decir que dentro del pacto inicial que el escritor firma con el lector, existe la regla tácita de comprender cuáles son los valores que regirán las conductas de los personajes, que por lo regular siempre van en contravía de los de sus épocas. De este modo, ser el último lector de Bukowski es una metáfora del hombre que ha sido perseguido por pensar distinto, por vivir en la periferia de la corriente cultural y política, ser un disidente.
SGC: ¿Cómo se relaciona el lenguaje altamente poético y existencialista con la emocionalidad de Jack? Es decir, a pesar de lo insensible que él se pueda presentar, El último lector de Bukowski es una historia en la cual se nos ofrece la oportunidad de ver su frío y desinteresado carácter quebrarse. ¿Cómo se relaciona esto con el lenguaje y la forma del libro?
DÁ: Todos mis personajes, en especial desde que le dedico más tiempo a la escritura de ficción y debo forjar personajes de carácter más profundos como el de Silva, los construyo a partir de la teoría del psicoanálisis de Freud. Para ello establezco cinco cosas primordiales: su Yo, su Ello, su Superyó, sus represiones y su melancolía, esta última referida al vacío que dejan las cosas que perdemos. Aquí se completa mi comentario a la primera pregunta, ya que no se puede escribir un relato de largo aliento sin que nuestro personaje no haya perdido algo y deba buscarlo. Quizás esta pérdida no ocurra propiamente dentro del tiempo de la narración, elementos que la diégesis nos permite contar, sin embargo, nuestros personajes siempre van adelante (aunque no se llegue muy lejos o signifique ir hacia atrás), buscando ese algo. La única forma de que se haga consciente esta pérdida que permanece en el estado de la preconsciencia es el lenguaje, la palabra, y la pérdida de Jack es un significado propio de la vida, es un sentido de la vida en palabras de Benjamin, por eso su acto de habla es poético. Además, que es una dicotomía presentar la poesía en medio de tanta catástrofe.
SGC: La narrativa o el relato atraviesa la historia transtemporalmente siguiendo la pista de un libro rojo, que a su vez coexiste con el presente en el que está Jack (protagonista) y otros personajes, y cuando aparecen se llega a los diarios de Jack la temporalidad se entremezcla y se hace difusa. Hábleme un poco sobre la estructura de la novela y cómo funciona el tiempo dentro de El último lector de Bukowski.
DÁ: No puedo concebir la literatura, o por lo menos la que yo escribo, si no hay una relación directa con la historia, con los acontecimientos que demarcaron formas de comprender el mundo, con el desarrollo del pensamiento y, a la vez, de la forma cómo los seres humanos nos hemos destrozado. Esta historia, por decirlo de alguna forma de la humanidad o como relato histórico, siempre estará enmarcado dentro de los universos morales y temporales que propongo en mis relatos. De este modo, por un lado, encontramos la historia de una logia que tiene su desarrollo a través de la historia de la humanidad y, por otro, de la ficción. La diégesis contribuye a que estos tiempos se anuden y haya una cohesión y una coherencia textual. 
SGC: ¿Qué relación puede establecerse entre la temporalidad en que se presentan los hechos de la historia de Jack y de la logia de Los Marcionistas o Micerinos, y la forma en que se desenvuelve el misterio de esta novela? ¿Qué efecto cree usted que tiene la simultaneidad de hechos en el relato y la fragmentariedad en que están puestos en la obra en relación con la idea de una novela detectivesca o de un crimen que debe resolverse?
DÁ: Como lo mencioné en la primera respuesta, para mí esta no se trata de una novela negra o policíaca, sin embargo, sí considero que dentro de la construcción de los personajes literarios, siempre se debe intentar que sean melancólicos, es decir, que sufran profundas pérdidas para que siempre estén en busca de algo. Así, todas las novelas tienen algo de policíaco, en tanto sus personajes buscan algo que han perdido, o quizás no lo han perdido, pero sienten una ausencia que deben llenar. Y con relación al misterio y al asesinato, la construcción de las estructuras cronotópicas, deben pensarse para que beneficien la tesión del relato, para que el lector halle las resupuestas junto con el narrador de la historia.
SGC: Existen varios personajes que, a pesar de la aparente soledad de Jack, están en su universo y lo rodean, no solo los personajes del pasado, que tienen que ver más con el libro rojo y la logia. Me refiero más bien a los personajes que están presentes en la vida de Jack, en su presente, tales como Jane, Rep, Chinaski, los libreros, las prostitutas, etc. ¿Cómo funciona esto en relación con el lenguaje de la obra y con el narrador omnisciente que nos cuenta la historia y que nos habla a fondo de los personajes y de sus pensamientos y sentimientos?
DÁ: La novela maneja un solo narrador, pero este narrador tiene el don de adaptarse al contexto de sus personajes, es por esto que en la mayoría de los pasajes donde se relata la historia de Jack y sus más cercanos amigos, el lenguaje se desenturbia y quizás se vuelva más coloquial. Esto tiene su argumento, y es que siempre he pensado que uno de los deberes primordiales de la literatura, fuera de los estéticos y morales (si es que los tiene), es el de cultivar lectores, especialmente intentar acercar aquellas personas que han estado alejadas del mundo de la literatura, mucho mejor si son jóvenes. Por eso, usar un lenguaje que sea afín a ellos, por supuesto siempre respetando la sintaxis del lenguaje y acudiendo al lenguaje poético, será ganancia.
SGC: ¿Cuál es la relación del narrador omnisciente, tanto en su carácter particular, como en su forma de articular la fragmentariedad de la novela, con los personajes varios en el relato?
DÁ: Esta es la gran ventaja de los narradores omniscientes, ya que tienen el don de la ubicuidad y de la temporalidad. Sus focos pueden desplazarse de un tiempo a otro, de un escenario a otro, de un personaje a otro.
SGC: ¿Se podría hablar de polifonía en El último lector de Bukowski?
DÁ: No, creo que la polifonía debe estar determinada exclusivamente por la coralidad, por la multiplicidad de voces que relatan la historia.
SGC: ¿Cómo podemos entender el texto de Jack titulado La generación perdida en la obra, teniendo en cuenta tanto como que es el inicio de la obra y se menciona al final de ella, como también entendiéndola como obra aislada si lo pensamos como texto independiente que escribió Jack dentro de la ficción. ¿Qué género o qué tipo de discurso es La generación perdida?
DÁ: Es una apología a la disidencia, a lo que habita en la periferia moral de una sociedad pacata. Por supuesto, Jack hace referencia a una serie de escritores, los de la generación perdida norteamericana, que vivieron en carne propia los horrores de la guerra y las vejaciones a las que son sometidos los seres humanos que viven bajo estados totalitaristas y manipuladores.
SGC: ¿Qué géneros y formas literarias coexisten dentro de su novela?
DÁ: Hay una suerte de bitácora que da cuenta del libro; relatos que se amalgaman con el núcleo general de la obra y unos pasajes epistolares, aunque no exista un receptor definido de estos diarios de Jack.
SGC: Dentro del universo de El último lector de Bukowski: ¿Cómo es posible entender conceptos tales como verdad, realidad, veracidad o historia?
DÁ: Esta es una de las relaciones conceptuales que más me han interesado en la literatura, tanto así que dentro de mi novela Rifles bajo la lluvia hay un ensayo donde intento dar cuenta de ella. En El último lector de Bukowski, y en todas mis novelas, la verdad siempre es trabajada como una perspectiva objetiva de los personajes sobre un acontecimiento, por supuesto esto depende del foco de la narración. La realidad también depende de la forma como el personaje aprehende el mundo y de la relación que tenga el personaje con este. La veracidad es la suma de verdades individuales, dentro de la ficción es una convención, es la forma como el narrador procura que todos sus personajes puedan presenciar le mismo hecho desde el mismo foco. Y la historia es un registro de los hechos realizado por la oficialidad, en especial por las clases más favorecidas, quienes han tenido la voz autorizada para contarnos.
SGC: Dentro de las características que hemos planteado como la temporalidad, el manejo de la historia, la intertextualidad, los diversos géneros narrativos y la circularidad de la obra o la relación del principio con el final, y teniendo en cuenta lo que le he dicho anteriormente que hemos entendido dentro del concepto de novela total… ¿Usted podría concebir El último lector de Bukowski como novela total? Si es así, ¿en qué medida lo entiende usted así?
DÁ: No la entiendo como novela total, quizás sí busca generar un efecto de cerrazón, de circularidad, de que se cierre perfectamente, más al estilo del cuento.
SGC: ¿Qué podemos esperar en el futuro de Daniel Ángel como escritor y como persona? ¿Qué proyectos nuevos hay? ¿Cuáles son sus metas más inmediatas y a largo plazo en el mundo de la literatura?
DÁ: En el futuro inmediato: en agosto saldrá el libro Silva, publicado por la editorial Planeta Colombia, bajo el sello Seix Barral; y en la feria del libro de Bogotá 2020, el libro Montes de María, editado bajo el mismo sello. En lo personal, hay una posibilidad de cursar una maestría en EEUU. Vamos a ver qué pasa.
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*Bogotá, 1995, Profesional en Estudios Literarios de la Universidad Nacional de Colombia, estudiante aspirante a Magíster de la Universidad Nacional de Colombia en Estudios Literarios. Mis áreas de interés o gustos son la literatura y el cine, la literatura comparada, la literatura japonesa, la bohemia y el licor. Contacto: sgomezcas@unal.edu.co 

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