Esperanto, a la Espera de su Salvación


Esperanto.
Rodrigo Fresán.
Editorial Tusquets.
Barcelona 1997.
Por: Johnatan Marín

A Federico Esperanto, quien sabía que nadie podía entenderlo…

Nadie lo entiende, nadie parece escucharlo y nadie podrá hacerlo hasta ir descubriendo página tras página quien es realmente Federico Esperanto. Tras una narración en tercera persona y una construcción profunda y cómica de la realidad que lo rodea, el lector entrará en la vida de un personaje que desde el final de la historia se verá en la necesidad de reconstruir su última semana, para comprenderse a sí mismo y para permitir al lector entenderlo. Entramos en la vida de un personaje que parece carecer de importancia, un ex-músico (rockero) de treinta y cinco años, que está estancado en su vida sin poder exorcizar todo lo que a “su corta edad” le ha tocado vivir. Entramos a su semana, con un sentimiento de tener una vista borrosa que no nos permite ver muy bien el lugar hacia donde avanzamos. Cada día trae su reflexión, un sentimiento y un color que reconstruye una forma de vivir el tiempo de Esperanto. Es un vago sin causa, vive de hacer nada, subsidiado por un pasado exitoso y por su gran amigo y salvador “la montaña García” para quien el apodo parece ser un lindo piropo, pues es mucho más desbordante de la manera que se dibuja en la novela. Seguimos adentrándonos en la vida de Federico y descubrimos su fracturada familia, un pasado absurdo, marcado por el dolor, que una y otra vez la tragedia ha impuesto en su historia. Y estamos en la búsqueda de entenderlo, para salvarlo. Es un hombre al borde del abismo, cada día de vida es un acontecimiento por el hecho de poder sobrellevarlo, es el drama de la modernidad, la necesidad de entenderse y de explicarse que tiene el ser humano y su insuficiencia para darse respuesta, luego de la muerte de la fe y de las esperanzas. Proceso al que no es ajeno Esperanto, quien refleja este problema desde su sueño de siempre, un sueño donde quiere decir algo frente a un gran auditorio, pero su boca está atiborrada de tantas cosas que solo puede balbucear.
Todo acontece desde la rememoración del pasado que lo ha llevado hasta ese laberinto sin salida aparente, es el reconocimiento de su atropellada vida y de las cuentas pendientes que tendrá que saldar. Sus amores de juventud, su carrera militar, el salvador descubrimiento de su ángel “la montaña García” la fama de su banda, exitosa en alguna época, el sentimiento de que las nuevas generaciones no pueden entenderlo, la espectacular carrera como publicista a través de jingles comerciales inventados por Federico y “la montaña”, el matrimonio del año con una de las modelos más bellas de Argentina y todas las desgracias que vendrán después, nos conducen a la última noche que vivirá Esperanto sin ser entendido, en ese final del sábado y comienzo de domingo, día que el protagonista podía reconocer bajo cualquier disfraz, pero que justo ese último no lo supo ver hasta que era muy tarde y estaba en el fondo de la verdad, donde por fin entenderá los juegos de la historia, los sufrimientos y traumas sin razón y podrá por último, localizar el acto que le permitirá resurgir, evolucionar. Empuñará un arma contra su pasado, arriesgará su vida para salvarse y salvar sus pasados, su historia y exorcizar todo su sufrimiento. Creyéndose culpable de tantas muertes, será finalmente culpable de una, la que lo salva, esa muerte que le despeja la boca, siempre llena de cosas que no le permitían expresarse en sus sueños. Y parece salvarse… aunque no es seguro que hayamos podido comprenderlo del todo, aunque nos desconcierta esa última intervención del libro donde vuelve a recordar al lector que nadie lo entiende, nos queda la esperanza en la frase que le sigue: “y abrió los ojos”.
Es una espectacular narración, donde la reflexión se conduce por todos los caminos, desde lo más nimio de la cotidianidad humana, hasta tocar la muerte, la historia, el amor y tantos temas que atraviesan la trama. Una novela que nos presenta Rodrigo Fresán, valiéndose de innumerables referencias. El desfile de personajes conmovedores, cómicos y estrafalarios, el guerrillero, los militares, el psicólogo-paciente, el impensable final y una narración que juega a la perfección con los sentimientos del lector, es el ambiente que acompaña al protagonista de un libro, que sólo leyéndolo puede ser descifrado; pues en ultimas a mí “Nadie me entiende”.

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