Ella que todo lo tuvo


Becerra, Ángela. Ella que todo lo tuvo. Bogotá: Planeta, 2009.

Por Julia Wessel


Amor, sufrimiento, dolor, pérdida, soledad: grandes temas de la literatura. La materia de la que se forman las historias, sentimientos y experiencias que nos conmueven... Ángela Becerra los toma y nos los presenta en su novela Ella que todo lo tuvo.

Ella, mujer destrozada y depresiva, anda perdida y sin ganas de seguir viviendo después de un terrible y enigmático accidente de tráfico en el que desaparecen los cuerpos de su esposo y su hija. Sin poder estar totalmente segura de la muerte de los dos, Ella es incapaz de retomar su vida. A Ella, aficionada de la literatura y escritora, el incidente le ha quitado su capacidad de escribir. En un viaje solitario a Firenze, ciudad donde conoció a su esposo, intenta reencontrarse consigo misma y revelar el secreto de una historia relacionada con el pasado de su familia. Pasa sus días restaurando libros antiguos, buscando huellas de su familia y por las noches visita la librería de Lívido, un hombre tan solitario como ella. Despacio se acercan esas dos almas perdidas para buscar salvación en el otro. Pero hay algo que pone en peligro su relación: una amenaza oculta, algo que ambos deben enfrentar para poder alcanzar la felicidad que tanto desean.

Ángela Becerra actualmente es la autora colombiana más leída, después de Gabriel García Márquez. Sus libros se han traducido a más de dieciséis idiomas. Quien lee a Ángela Becerra va a encontrarse con mundos que exploran los límites del lenguaje, palabras que van más allá de su uso normal. Con su estilo del “idealismo mágico” crea sabores, matices, colores, sentimientos que nos muestran qué tan bella puede ser la literatura. Eso también nos espera en esta, su novela más reciente. Su libro es una declaración de amor a la literatura, a la escritura, a la magia de libros antiguos y de esa relación tan especial que sólo se puede crear entre los que aman a la literatura. Ese hilo que une a los que saben apreciar la belleza de las palabras escritas.

Está claro que Ángela Becerra sabe escribir. Domina su oficio. Lo que hace de una historia no sólo una historia bonita sino excelente no únicamente es el lenguaje que se emplea, es la fantasía, la creatividad, el sentido por lo curioso, esa mirada a lo normal y el saber de convertirlo en especial. Y sobre todo el talento de poder unir los distintos hilos y tramas en un todo al final. Lo ùltimo es lo que falta un poco a esta novela: Becerra nos presenta una obra bien escrita, bonita y los puntos de partida de la novela son buenos: la historia de la hija y del esposo, desaparecido después del accidente, suena interesante. También el tema del amor a la literatura. Ella que todo lo tuvo es uno de esos libros que quieren seducir al lector porque hablan sobre la literatura. Buen punto si uno quiere convencer a los amantes de libros. La novela parece prometedora al empezar con ella. El único problema que nos presenta el libro es que no pueda cumplir lo que nos promete al principio, que, al terminar, Becerra no desarrolle bien lo que nos presenta en sus primeros capítulos. La historia del esposo y la hija se pierde sin haberse resuelto suficientemente en un final que está bien pensado pero no nos coge desprevenidos. 

El problema es que toda la novela se dirija hacia ese fin aparentemente sorprendente, que, ¡sorpresa!, finalmente no resulta nada sorprendente. El lector ya ha intuido hace mucho lo que parece ser la gran revelación de la novela en sus últimas páginas. Esa es la pequeña decepción que se lleva el lector al final de esa novela y que tampoco puede salvar el lenguaje bonito que se emplea.

Pero aparte de eso Ángela Becerra nos presenta un libro entretenido. De pronto no es su mejor novela. Y tal vez no debemos esperar gran literatura. Pero no todas las novelas necesitan ser de las mejores. Y no todos los libros necesitan ser comparadas a los grandes de nuestra historia literaria. Ella que todo lo tuvo es un libro que se puede leer en momentos de ocio, sin cansarse demasiado. Un libro que se deja leer tranquilo, un libro que tal vez no se convierte en novela favorita, pero no todos los libros necesitan convertirse en favoritos. El lenguaje salva algunas inconsistencias en la trama y nos deja olvidar su final un tanto decepcionante.

Le atribuyo a Ángela Becerra el talento que debe tener una buena escritora. Presenta un libro interesante. La novela es buena, sólo la faltan unos detalles. Se deja concluir que Ella que todo lo tuvo parece que no lo tiene todo.

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