Por: Natalia Ramírez Reyes*

Sin abrir una sola página del libro el lector podrá apreciar el inicio y el final del cuento. Pues bien, en la portada verá al rey que se asoma solo por una ventana, gira el libro y en la contraportada al final verá nuevamente al rey pero esta vez no está solo lo acompaña una reina en la ventana. Una historia clásica de amor donde un rey infeliz busca a su princesa para convertirla en reina y vivir felices para siempre y claro está que no puede faltar el “colorín colorado este cuento se ha acabado”. Pero en este libro-álbum sí que cobra vida el colorín colorado, la autora integral Květa Pacovská nos presenta una explosión de colores primarios que se contrastan unos con otros, un derroche del color rojo que se apodera página tras página del libro dando una fuerza visual que atrae a grandes y chicos. 

La autora lanza una interesante apuesta que critica de manera hábil e ingeniosa la tradicional historia de cuento de hadas donde un príncipe y una princesa se casan y viven felices para siempre. Historia de amor que desde la infancia se interioriza en los niños como mapa que deben seguir cuando crezcan. Los personajes de El pequeño rey de las flores rompen con el prototipo de príncipe y princesa desde la narrativa y la imagen. En la narrativa los roles entre princesa y príncipe se invierten. El rey al principio del libro se ocupa del jardín, pasa su tiempo plantando flores, luego para encontrar a su princesa no tiene que pasar por ninguna prueba más bien se encuentran fortuitamente, pero ella es quien finalmente lo encuentra a él, ella es quien lo llama. En cuanto a la ilustración también se deforma el prototipo físico de belleza de los personajes, toman un aire circense, cómico y grotesco. Dibujos sencillos sin mucho trazo que no son perfectos ni bellos según la norma de los cuentos de hadas y claramente no pretenden serlo. Hay en ellos una ambigüedad entre lo tierno y lo perturbador, son personajes que físicamente tienen capas de sentido y permiten a sus lectores múltiples interpretaciones para perderse en la imaginación, pero dentro de esa “deformidad” grotesca el lector encontrará una belleza que está en armonía con todo el estilo de la ilustración, paisajes, animales, el castillo y la luna misma, todos vistos de otra manera.

Květa Pacovská emplea la técnica del collage utilizando retazos de diferentes fuentes: periódicos, pinturas, dibujos, hojas de cuaderno, que se inscriben en las diferentes figuras geométricas y así desde una construcción básica y sencilla llega a figuras complejas y orgánicas. La técnica del collage resulta sumamente acertada con la intención del libro de romper los prototipos, justamente porque los personajes son puestos en construcción, seres que no son de una sola pieza sino que se constituyen por retazos, por fragmentos que demuestran que la identidad no es una sola e inalterable como los planos personajes de Disney. Este libro-álbum es una mirada alternativa y crítica a los cuentos de hadas, que no son rechazados ni negados por completo pues toda crítica es también un homenaje, pero con la propuesta de la autora se llega a otro nivel de comprensión de la realidad, tendrán los niños otra posible lectura del mundo y del amor, diferente a la que han impuesto los cuentos de hadas comerciales.

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*Estudiante de Literatura de la Universidad Nacional de Colombia en doble titulación con el programa de Cine y Televisión. Becada por la Cinemateca Distrital en la “Catedra Cinemateca Capítulo II: Éticas, estéticas y políticas del cine colombiano” y condecorada con mención de honor por su trabajo escrito “Representaciones de la mujer y su cuerpo en el cine colombiano a propósito de Dos mujeres y una vaca”.

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