Por: Diana Carolina Castro Calvo.

Como la misma autora argumenta al final del libro, estamos frente a un intento por reivindicar las adivinanzas como género literario, a la vez que busca entrelazar lo narrativo con el juego. Este libro, a través de oraciones cortas e imágenes complementarias, narra un día cualquiera de la vida de un mono y una jirafa, mientras propone al lector acertijos que resolver. Para ello, el libro mantiene una estructura básica: en una de las páginas hay una oración conjugada que nos muestra la acción de los personajes, acompañada de una imagen que nos da detalles de cada episodio; en la página siguiente, aparecen adivinanzas y sus respectivas respuestas, que hacen alusión a objetos y lugares relacionados con la escena antes descrita.

La narración en sí misma no tiene mucha fuerza, pues la trama parece haberse ajustado a las adivinanzas y estar en función de ellas, por lo que no se constituye como cuento. Las ilustraciones de María Fernanda Osorio, por otro lado, son espejo de las palabras; muestran justo aquello que se narra y, sobre todo, aquello que buscan los acertijos. El lector no se encuentra, por lo tanto, frente a un cuento ilustrado, ni frente a un libro álbum. Es, por su parte, un juego literario que, como discurso, cuestiona las formas ya acostumbradas de escribir para niños, retomando la tradición descuidada de las adivinanzas. 

Se trata de un ejercicio interesante, porque juega no sólo con quien quiera resolver las adivinanzas, sino también con la idea misma de narración. Intrínsecamente, Un día de aventuras le dice al lector que no hay una sola forma de narrar, ni de hacer literatura, sobre todo para niños. Precisamente porque la narración no tiene tanta fuerza como este discurso, que la cuestiona y problematiza, es que la intención reivindicativa es efectiva: el juego toma el lugar principal y es el centro de la narración. Aunque vista independientemente la historia no tenga tanta solidez propia, la adquiere cuando se le suman el factor de entretenimiento y el factor polémico.

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*Robledo, Beatriz Helena. Un día de aventuras: una historia con adivinanzas. Ilustraciones de María Osorio. Bogotá: Ediciones B, 2006.

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